El aislamiento a raíz de la propagación del SARS-CoV-2, se extendió durante casi todos los meses de este año y cambió nuestras vidas. Nos despertamos y desayunamos con noticias de nuevas muertes causadas por coronavirus. El cambio en nuestro estilo de vida y los problemas que nos ocasionó nos recuerdan cada minuto que convivimos en un escenario atípico. El miedo al contagio, la preocupación por nuestras familias y los pronósticos de una crisis económica más grave pueden construir frente a nosotros un muro de malos pensamientos difícil de superar. La pregunta es: ¿Cómo enfrentar esta crisis?
La situación de incertidumbre es el enemigo más difícil que nos toca enfrentar. Una manera de presentarle batalla es pensar en que la vida es en esencia incierta por naturaleza. Todas las situaciones que vivimos, por más que hayan tenido un alto grado de planificación, contienen una cuota de eventualidad. La muerte es la única certeza que tenemos como especie y eso no ha cambiado, pese a que afrontamos nuestros días con un peligro latente. Por el bien de nuestra salud mental, debemos ejercitar la idea de que esa misma incertidumbre con la que está diseñada la vida es la que permite que ocurran oportunidades y conquistas impensadas. Y eso no ha cambiado.
Metacognición: entrenar nuestra mente
Expertos afirman que si nos detenemos a observar nuestros pensamientos, circulan unos 60.000 por día. Según la psicóloga Gemma Sala, experta en neuropsicología y coautora del libro Secretos de tu cerebro, podemos entrenar nuestra mente de manera positiva. «Es conveniente fijarse más en lo que sí se tiene que en lo que no. Es lo que llamamos metacognición. Por ejemplo, la psicología positiva ha demostrado científicamente que escribir cada día tres cosas por las que estás agradecido contribuye al bienestar emocional. Hay que educar a nuestro cerebro para que se focalice en aquello que es positivo en nuestra vida», afirma.
Es necesario entrenar a nuestra mente. La meditación es una gran disciplina para hacerlo y sobre todo la interpelación. «La psicología positiva establece que deberíamos tener una ratio de respuesta de cinco pensamientos positivos por uno negativo. Si analizamos, a menudo somos nosotros los que somos más críticos con nosotros mismos. Animo a las personas a pensar en cómo piensan y a intervenir en esa parte de la mente. Es posible tomar distancia de ti mismo: ver cómo estás pensando y a partir de aquí decidir cómo quieres seguir pensando. En definitiva, el pensamiento no es inocente, según pensemos vamos a decidir«, explica Sala, quién hace hincapié en el análisis de nuestros pensamientos.
6 claves para superar la adversidad de las crisis
Enfrentar la adversidad está en nuestra esencia. La historia de la especie humana está marcada por la adaptación, una mirada esencialista que podría ser clave para superar la situación que nos toca este año. Este enfoque, junto con tener presente que gracias a que la vida es incierta existen las infinitas posibilidades está presente en las claves que enumera Daniel Colombo, coach especializado en manejo de equipos en el área productiva.
Primera clave: Descubre las emociones que sientes. Reconócelas y busca equilibrarlas y calibrarlas lo mejor posible.
Segunda clave: Balance de positividad. En este punto, la propuesta es que hagas cada día un balance de todo lo positivo que está presente, por pequeño que sea. Hay muchos aspectos que pasamos de largo cuando estamos en el medio del desafío. Esto ayudará a nivelar la balanza interior.
Tercera clave: Observa tus reacciones automáticas. Cuando nos sentimos agotados, frustrados, con miedo o decepcionados es posible que tengamos la tendencia a sobre reaccionar ante las cosas, lo que crea un círculo vicioso de mayor preocupación dentro de ti y en tu entorno.
Cuarta clave: Trabaja en ti. Lleva un registro de tu estado interno; medita; practica tu fe, cualquiera que sea, toma un curso; expresa en palabras lo que sientes o escríbelas; lee material edificante; rodéate de personas que nivelen hacia arriba.
Quinta clave: Haz algo distinto cada día. Un camino diferente, una llamada para alentar a otro (si, aunque no te sientas muy bien eres el aliento de alguien más), ayudar en la calle; hasta la cortesía consciente expresando más de lo habitual “gracias” y “por favor”.
Sexta clave: La práctica hace al maestro. La clave final es practicarlo tres semanas seguidas continuamente. Observa cómo va cambiando tu estado de ánimo y entras en aceptación versus el sufrimiento real o aparente, con motivos o sin ellos, que estabas padeciendo.
Un entrenamiento de nuestra mente sin un cambio de conducta no tendría sentido, y viceversa. Esa es la razón por la que están presentes ambas sugerencias. Los hábitos, junto con un análisis consiente de nuestros pensamientos puede ayudarnos a sobrellevar los difíciles días que se presentan en esta situación inusual. Además de recordarnos que «las crisis son oportunidades», no es sólo una frase.
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