En esta ocasión exploraremos algunos ejercicios para mejorar nuestra respiración a través del fortalecimiento de un músculo muy importante, el diafragma, que es vital para poder respirar mejor.
Este músculo es grande y fuerte, se ubica debajo de los pulmones, cada vez que inhalamos y exhalamos estamos usando este músculo.
La importancia del diafragma
La importancia de este músculo también reside en que sobre el diafragma descansa el corazón y en cada respiración recibe un masaje/estimulación.
La forma de este músculo en realidad depende de los órganos que lo rodean, así por ejemplo al comer mucho, nuestros intestinos se hinchan y obstaculizan al diafragma, esto explicaría la sensación de la falta de respiración.
El primer ejercicio que veremos no tiene un nombre propio, más bien se trata de la base, cómo aprender a respirar con el diafragma.
Primero debemos recostarnos boca arriba en una superficie cómoda, lo más plana posible. Una vez acostados doblamos las rodillas, si tienes dificultades puede usar una almohada como respaldo, debajo de las piernas o en la cabeza, cuidando no inclinarla demasiado.
Coloca una mano sobre tu estómago y la otra a la altura del ombligo, inhala de forma lenta intenta sentir con la mano como el aire llega a la parte baja del estómago. Si la mano de arriba se mueve por la respiración quiere decir que no estamos respirando con el diafragma.
Repite el proceso hasta que la mano de arriba quede inmóvil y sea la que se encuentra a la altura del estómago la que se mueva.
Respiración Torácica
El siguiente ejercicio sirve para aprender a abrir y cerrar la caja torácica. En esta ocasión para realizarlo se necesita estar de pie.
Inhala con profundidad, estira tu columna y con las palmas abiertas dirígelas hacia el cielo, sintiendo la extensión en los pectorales. Extiende una pierna y tenla en el aire, fijándote en que tanto la cabeza como la columna se mantengan firmes. Recuerda que este proceso se debe realizar mientras exhalas.
Al exhalar abrázate, estirando las columnas y doblando las rodillas. Podrás sentir el movimiento en la caja torácica y con suficientes repeticiones notarás mejoras en tu respiración.
Finalmente veremos un ejercicio de estiramiento que incluye respiración torácica. Lo primero que tienes que hacer es estar parado junto a una pared, de tu cuerpo separa el brazo más cercano, ubicando el codo a la altura del hombro, inhala, estira la palma y dedos de la mano. Después procede a hacer lo mismo con el otro brazo, no olvides recargar tus manos en la pared.
Inhala, mantén la respiración 3 segundos, exhala y regresa a una posición erguida. Este último ejercicio es recomendado para cuando te encuentres en situaciones de estrés. Ayuda a relajarnos.
Todos los ejercicios se pueden realizar sencillamente, pero lo principal es aprender a respirar con el tórax. De esta manera mejoremos nuestra calidad de vida y llevemos una vida más saludable.