Entre seguir los protocolos adecuados para el distanciamiento social, aferrarse para mantener las relaciones sociales y familiares, administrar el dinero y una temporada de regreso a la escuela muy inquietante, además de intentar tener la cena (y el desayuno y el almuerzo) en la mesa mientras hace malabarismos con un trillón de otras tareas domésticas. Estoy seguro de que todos podemos estar de acuerdo en que los síntomas del estrés están aumentando en estos días.
Descubrir los mejores métodos para controlar el estrés es increíblemente importante para su salud en general y para su sistema inmunológico. ¿Una forma que a menudo se pasa por alto para mantener a raya el estrés? Elegir saludables alimentos que también sean buenos para el intestino. “Hay más de una década de investigación que muestra una conexión entre nuestra dieta, la salud intestinal y nuestros resultados de salud mental”, dice Kristin Kirkpatrick, MS, RDN y ex dietista principal del Cleveland Clinic Wellness Institute. «Los estudios demuestran que ciertos alimentos pueden ayudar a reducir el riesgo y los síntomas de depresión y ansiedad, quizás a través de mecanismos relacionados con la salud intestinal y la inflamación».
Comida rápida y comida chatarra
En 2019 estudio encontró que la mala calidad de la dieta estaba relacionada con una mala salud mental. El estudio mostró que los alimentos fritos, los alimentos con alto contenido de azúcar agregada y los granos refinados se asociaron con aumentos en la depresión. Otro estudio , publicado en 2012, encontró que las personas que consumían comida rápida tenían un 51 por ciento más de probabilidades de desarrollar depresión.
Azúcar
Un estudio de 2019 que examinó la depresión durante los meses de invierno encontró que el consumo de azúcar exacerbaba los síntomas depresivos. Este hallazgo concuerda con varios otros estudios que muestran un vínculo entre el exceso de azúcar, la inflamación y los trastornos del estado de ánimo.
Dietas bajas en fibra
Las dietas bajas en fibra (como las que se encuentran en la dieta «occidental») están asociadas con una mala salud intestinal. A su vez, la salud intestinal está altamente correlacionada con los resultados de salud mental. Varios otros estudios muestran que las mejoras en la salud intestinal pueden ayudar a mejorar la salud intestinal en general y la depresión.
Dietas altas en grasas
Un 2015 estudio en animales de encontró que los cambios en el peso corporal y el azúcar en sangre causados por una dieta alta en grasas causaron cambios en el cerebro que aumentaron los síntomas de ansiedad y depresión. Otro estudio en animales , publicado en 2017, encontró que las primates preñadas que consumían una dieta alta en grasas tenían más probabilidades de producir descendencia que desarrollara depresión y ansiedad.
