5 prácticas para detener la alimentación emocional

Los seres humanos siempre han mostrado una tendencia a comer incluso cuando no hay hambre física. Aunque hay varias razones para esta acción, muchas personas lo hacen como un medio para aliviar el estrés y ahí es donde de repente interviene la alimentación emocional. En este escenario, un hábito común sería cargarse de dulces y comida chatarra, ya que es poco probable sentir hambre después de comer. Una comida tan poco saludable puede terminar teniendo un pequeño impacto en la mejora del estado de ánimo, pero puede tener muchos impactos negativos de varias maneras.

Se puede detener la alimentación emocional. Esta es la solución

Es fácil alcanzar la bola de helado cuando se está en mal estado de ánimo, pero esas personas no se dan cuenta de que la alimentación emocional no ofrece ninguna solución al problema. Veamos cómo solucionar el problema.

Problemas de estrés

Las personas pueden experimentar estrés de múltiples formas. La aguda forma de estrés se produce cuando una persona pierde a un ser querido o incluso su trabajo. Esto puede ser bastante temporal y muy ocasionalmente. Un tipo más peligroso de este problema sería el estrés crónico, que está disponible cuando una persona está en un matrimonio que no le gusta, si odia su trabajo o si no tiene suficiente dinero para pagar las facturas.

Para aquellos que se preguntan ‘¿cómo dejar de comer emocionalmente?’ es posible emplear técnicas específicas que pueden ayudar a reducir la alimentación emocional. Se enumeran a continuación.

Preparando un horario

Aunque existen razones subyacentes para que un individuo consuma alimentos incluso cuando no tiene hambre, es posible limitar la situación estableciendo un horario. Esto puede ser muy efectivo, al igual que puede evitar que las personas pasen mucho tiempo en juegos adictivos como Book of Ra. El programa puede incluso incluir refrigerios para apaciguar el impulso por un tiempo. Cualquier irregularidad en los hábitos alimenticios es una receta para el desastre, ya que puede llevar a comer en exceso y al azar. Muchas personas tienden a tener tres comidas al día y al menos dos refrigerios en varios puntos. El hambre real siempre comienza solo tres horas después del consumo de una comida. Durante este período, puedes optar por un pequeño refrigerio para mantener el cuerpo en un estado suficiente.

Una vez que se han regulado los horarios de las comidas, el horario también puede ayudar a ajustar los patrones de alimentación para evitar problemas. También puede liberarnos de la alimentación emocional. Por ejemplo, comer hasta altas horas de la noche o evitar el desayuno puede provocar irregularidades en el cuerpo. La creación de un horario puede ayudar a evitar tales inconsistencias. También puede ayudar a las personas a perder el peso que han subido inadvertidamente debido a los malos hábitos alimenticios.

Conseguir distracción

La distracción a menudo es menospreciada en nuestra sociedad. Se ve como un signo de bajos niveles de concentración y mal comportamiento. Puede ser un problema en casi todos los ámbitos de la vida, ya que la falta de concentración en una tarea específica puede provocar fallas con regularidad. Sin embargo, un personaje así podría beneficiar a las personas que intentan evitar la alimentación emocional. En lugar de concentrarse en comer comida chatarra como una forma de reducir el estrés, la distracción puede ser una gran arma para controlar sus emociones. Puede ayudar a sacudir los pensamientos y acabar con cualquier idea de un refrigerio que se pueda masticar sin pensar.

Si un individuo no se distrae de su tarea en cuestión tan rápidamente, es imperativo lograr este hábito, al menos para evitar comer en exceso. Esto se puede hacer escribiendo una lista de cinco elementos que pueden ayudarlo a calmarse. Por ejemplo, puede escribir cinco personas a las que se puede llamar cuando se encuentran en un período de estrés.

Evitar lugares que ofrecen rutas para comer en exceso

Cada semana, una persona que tiene un problema con el control emocional puede trazar un mapa donde se espera que viaje durante la próxima semana. Este mapa incluirá lugares de trabajo, opciones de entretenimiento y posibles desvíos. Por ejemplo, el mapa puede consistir en visitas al lugar de trabajo, una cita con el médico, una noche de cine, un viaje al centro comercial o al supermercado, y más. Ahora, habrá suficientes datos para identificar lugares donde es muy probable que se coma por motivos emocionales. Por ejemplo, una noche de cine a menudo puede asociarse con una alimentación emocional, ya que existen varias opciones para tomar una dona.

Si hay signos de estrés por comer en un lugar específico, se pueden evitar. También se pueden agregar lugares donde una opción de comida saludable se pueda adquirir. La disponibilidad de un menú en un mapa como Google Maps o plataformas similares hace que sea fácil decidir si un restaurante en particular ofrece una opción saludable.

Proporcionar auto impulso

Es probable que una persona que no puede dejar de comer esté sujeta a muchas autocríticas. Es probable que encuentren una voz interior que les siga diciendo que son un fracaso que no puede hacer nada bien. Con el tiempo, estos comentarios fugaces de su mente terminan siendo como lluvia ácida, que sigue cayendo sobre la cabeza. Esto erosionaría gradualmente sus cerebros de confianza en sí mismos. Estas personas tienen problemas importantes para evitar el consumo de alimentos incluso cuando no tienen hambre. Una forma de prevenir este problema es evitar la autocrítica y cambiar la crítica pasando a un modo de tercera persona.

Por ejemplo, Lebron James decidió infamemente en 2010 evitar dirigirse en primera persona cuando cometiera un error. En tales situaciones, accedió a acudir a la tercera persona refiriendo su propio nombre.

Aceptarse a sí mismo

Una razón común detrás de la alimentación por estrés es la sensación de insuficiencia dentro de uno mismo. Eliminar esta tendencia puede ser una excelente manera de resolver el problema de la alimentación emocional. Es muy fácil sentirse agitado cuando hay muchas negaciones. Esta agitación puede conducir a niveles más altos de depresión y estrés. Una vez que una persona comienza a sentirse deprimida y ansiosa, inevitablemente recurre a la comida como una forma de mejorar y volver a sentirse normal. Esto se debe a los picos de azúcar que se producirían como resultado del consumo excesivo de alimentos. Puede prevenir esto evitando la agitación. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero el proceso de aceptarse a uno mismo y sus fallas puede ser una excelente manera de reducir el estrés.

En lugar de centrarse en las cosas negativas, una persona también puede mirar sus aspectos positivos.

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