Somos producto de nuestras decisiones, esta es una frase que al menos hemos escuchado alguna vez pronunciar. Casi siempre por alguien mayor en edad o experiencia que nosotros.
¿Pero qué tan ciertas son estas palabras? Eso depende de cada persona; todos tenemos nuestro momento, solo hay que aprender a identificarlo y amarlo.
Realicemos un pequeño ejercicio y pensemos en todas las decisiones que hemos tomado en nuestra vida.
¿Cómo les fue? Probablemente recordamos los momentos más relevantes o las que tuvieron más impacto en nuestra vida.
Sabías que en promedio tomamos al día más de 2500 decisiones desde que despertamos hasta que nos vamos a dormir.
Nuestra vida se basa inconscientemente en tomar decisiones desde que abrimos los ojos.
Somos producto de nuestras decisiones: aceptemos nuestra versión de hoy
En ocasiones siempre viene esa pequeña frase a la mente que nos carcome nuestros pensamientos: ¿Qué hubiera pasado? ¿Cómo sería mi vida? ¿Fue la decisión correcta? ¿Estoy desperdiciando mi tiempo?
Dejemos de atascarnos en decisiones pasadas, estamos en un ciclo constante de cambio.
Evolucionamos todos los días y muy pocas personas se percatan de estos maravillosos cambios.
No perdamos estos momentos que nos definen como personas, lo que somos y para que estoy aquí ahora.
Somos por lo que apostamos en algún momento: el conocimiento, nuestros ideales y la persona quien soy física y mentalmente se define en gran por mis decisiones.
Si necesitas hacer algún cambio escoge el momento perfecto para hacerlo puede ser hoy, mañana, dentro de un mes o unos años. Pero escoge siempre ser el protagonista tu vida.
Evitemos estancarnos nuestra mente en errores o glorias del pasado, es momento de dejar todo fluir y tener control de nuestros pensamientos.
Concentrémonos en nosotros, dejemos a un lado la vida de los demás y admiremos lo que somos.
Cuando logramos concentrarnos solo en nosotros la vida se vuelve más sencilla. Las decisiones que eran difíciles de tomar se vuelven más fáciles y comprendes que eres parte de un todo.
Liberemos nuestra mente, dejemos de ser esclavos del pasado y trabajemos en nuestra pensamientos y vida ahora.
Los invito a ser quitarse pesos de su vida, a sentirnos más ligeros y apreciar la versión que somos ahora.
Busquemos esa pasión y esa plenitud que forma parte de todo ser humano, pero lo más importante seamos millonarios en conocimiento y aprendamos a vivir con lo necesario para estar siempre livianos
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