Violencia

La violencia invisible suele ser silenciosa pero tiene efectos devastadores

Hay un tipo de violencia de la cual no somos conscientes y que tiene efectos devastadores, la violencia invisible

Qué es la violencia invisible?

Es aquella que ejercemos sobre nosotros mismos o sobre otra persona a través de la manipulación, victimismo, el chantaje emocional y el subestimar.

Ignoramos muchas veces que el victimismo también es un maltrato ejercido sobre nosotros mismos y sobre los demás para lograr nuestros propósitos.

La violencia más visible es la física, porque deja rastros tangibles de dicho maltrato, pero la emocional no es tan fácil de detectar y de ahí su peligro.

La violencia que ejercemos sobre nosotros mismos

Solo cuando nos maltratamos a nosotros mismos, es posible que otras personas nos puedan maltratar, atraemos todo aquello que somos.

Algunas de las formas de maltrato hacia nosotros mismos son:

  • Decir SI cuando queremos decir NO

Cuántas veces por el que dirán, por no hacer sentir mal al otro, nos traicionamos a nosotros mismos y terminamos haciendo algo que no vibra con nuestro ser

  • No poner límites

Dejar que otros abusen de nosotros, por ejemplo, sobrecargarnos de trabajo para agradar al jefe o a alguien más.

Cuántas veces hemos permitido que nos juzguen, opinen o interfieran en nuestra vida?.

  • No cerrar ciclos

La vida es de movimientos, cambios y aprendizajes, si nos quedamos anclados en la zona de confort por miedo, dejamos de vivir plenamente, es como estar muerto en vida

Existen muchas maneras de violencia invisible, sin embargo solo condenamos las violencia física.

Muchas veces no vemos toda la violencia invisible que hay detrás de un manipulador, chantajista o de aquellos que quieren ser víctimas

Como sociedad vemos como maltratador solo al que agrede físicamente, pero esta es una de las tantas maneras de maltrato.

El origen de la violencia invisible

El origen de toda violencia se remonta a nuestra infancia, fuimos víctimas de todo tipo de abusos por nuestros cuidadores.

El abuso, no es solo el físico, sino también el emocional.

Cuando las madres son manipuladoras, chantajistas y que ponen sus necesidades infantiles por encima de las necesidades reales y básicas de los niños.

Por ejemplo, cuando les dicen “Si lloras, me pongo muy triste”, “Si no comes me enojo”, “Dame un besito o sino me pongo a llorar”.

Todas estas palabras afectan al niño, porque le hacen sentir culpabilidad y responsabilidad por los sentimientos del otro.

Y cuando crecen son adultos complacientes y sumisos.

Así mismo actuarán en su vida diaria con las personas con las que convive, tratando de manipularlas para lograr sus objetivos.

Hasta que no hagamos consciente que la violencia más peligrosa es aquella que no se ve y que ejercemos sobre nosotros mismos, seguiremos teniendo una visión muy sesgada del tema.

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