El sueño y la inmunidad están estrechamente vinculados. De hecho, un sueño inadecuado o de mala calidad está relacionado con una mayor susceptibilidad a la enfermedad. Un estudio en 164 adultos sanos, reveló que aquellos que dormían menos de 6 horas cada noche tenían más probabilidades de resfriarse que aquellos que dormían 6 horas o más.

Descansar puede fortalecer su inmunidad. Además, puede dormir más cuando está enfermo para permitir que su sistema inmunitario combata mejor la enfermedad.

Consumir más alimentos vegetales

Los alimentos de plantas enteras como frutas, verduras, nueces, semillas y legumbres son ricos en nutrientes y antioxidantes. Está demostrado que los antioxidantes en estos alimentos disminuyen la inflamación al combatir los radicales libres, que pueden causar inflamación cuando se acumulan en su cuerpo.

Comer grasas más saludables

Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, pueden aumentar la respuesta inmune de su cuerpo a los patógenos al disminuir la inflamación .

Limite los azúcares

Investigaciones emergentes sugieren que los azúcares y los carbohidratos refinados pueden contribuir desproporcionadamente al sobrepeso y la obesidad. La obesidad también aumenta el riesgo de contraer enfermedades.

Fortalecer los músculos

Aunque el ejercicio intenso prolongado puede suprimir su sistema inmunológico, el ejercicio moderado puede darle un impulso. Los estudios indican que incluso una sola sesión de ejercicio moderado puede aumentar la efectividad de las vacunas en personas con sistemas inmunes comprometidos.

Mantente hidratado

La hidratación no necesariamente protege de gérmenes o virus, pero la deshidratación puede causar dolores de cabeza y dificultar su rendimiento físico, concentración, estado de ánimo, digestión y función cardíaca y renal. Esta comprobado que estas complicaciones pueden aumentar su susceptibilidad a la enfermedad.

Maneja tus niveles de estrés

Aliviar el estrés y la ansiedad es clave para la salud inmunológica. El estrés a largo plazo promueve la inflamación, así como los desequilibrios en la función de las células inmunes

Conclusión

Se puede hacer varios cambios en el estilo de vida y en la dieta para fortalecer su sistema inmunológico. Algunos de estos cambios incluyen reducir su consumo de azúcar, mantenerse hidratado, dormir lo suficiente, hacer ejercicio,  y controlar los niveles de estrés.