Fue impactante el testimonio de de Gerald Anderson visto en el artículo anterior. De ser cierto (Friedman no tiene dudas que lo es), significa que, la vieja pregunta, sobre, si estamos solos en el universo, ha sido contestada. Pero también queda en evidencia, que los gobiernos, o las élites del mundo han encubierto esta realidad. Pero veamos qué ocurrió con Gerald, su familia, el profesor y sus alumnos y lo que concluye friedman sobre el ovni de Roswell y la bomba atómica.
Los Anderson y el profesor Buskirk con sus estudiantes trataban de explicarse lo que veían. Mientras intentaban comunicarse con los extraterrestres, llegó el ejército y con ellos el terror. Decenas de carros y camiones del ejército rodearon el lugar y al instante decenas de militares armados y mal encarados los rodearon y a empujones los fueron alejando a unos 30 metros del lugar.
Los Anderson el profesor y los estudiantes, trataban de hablar con el comandante que daba las órdenes. Este era un pelirrojo de malos modales y muy violento. Dicho oficial no quiso escucharlos y ordenó que identificaran a cada uno de los civiles y tomarán nota de su dirección y teléfonos. Una vez que obtuvieron sus datos, fueron conducidos a sus respectivos vehículos.
Las amenazas como inicio del encubrimiento
Los soldados llevaron a los civiles a sus respectivos autos, pero sin dejar que estos abordaran. Mientras tantos miembros con insignias de la policía militar comenzaron a registrar dichos vehículos desordenado todo en su interior. Al rato, se acercó el segundo al mando, un sargento de afrodescendencia, mul mal encarado y los amenazó.
Les dijo que por el momento los dejaría irse a casa, pero que no debían abrir la boca para hablar sobre lo que habían visto. Amenazó que si llegaban a decir una sola palabra de lo que habían presenciado, los matarían y serían enterrados en el mismísimo desierto. Que jamás volverían a saber de ellos y que el gobierno sabría muy bien cómo hacerlo.
Tanto los Anderson, como el profesor y sus estudiantes, despavoridos, abordaron sus autos y cada grupo tomó direcciones opuestas. Toda la familia Anderson estaba aterrada, por más de media hora ninguno dijo una sola palabra. Hasta que el padre de Gerald exclamó: «Demonios nos hemos regresado a casa y olvidamos nuestra visita». El tío Ted le respondió, diciendo que era mejor así, que era mejor volver a casa.
La bomba atómica como causa de la llegada de los extraterrestres
Gerald también le contó a Friedman que a partir de ese momento, comenzó una era de miedo para ellos. Eran constantes las llamadas telefónicas recordándoles, de manera amenazante, que no debían abrir la boca. Esporádicamente reciben visitas, primero, de militares asegurándose de su silencio. Luego de hombres trajeados de negro, con el mismo fin.
Por esto los Anderson jamás hablaron sobre el tema con nadie. Temían, y estaban seguros, de que el gobierno cumpliría sus amenazas. Es gracias a Friedman y al valor de otros testigos, que cuatro décadas después Gerald Anderson se atreve a contar su historia. Historia que Friedman no pone en duda, pues, la respalda los documentos conseguidos por este y el testimonio de otros testigos creíbles, como el mismo Marcel y el fotógrafo militar mencionado en mi artículo anterior.
A estas alturas de su investigación el físico nuclear, Stanton Friedman, había llegado a la conclusión de que la bomba atómica fue el detonante del fenómeno ovni moderno. Lo demuestra el hecho, de que ha sido en la zona del proyecto Manhattan, en nuevo México, donde proliferaron estos incidentes. Es como, si razas superiores en tecnología, captaron la detonación de nuestras diabólicas bombas atómicas y dijeran: «¡Oh oh! los niños han encontrado las cerillas, intervengamos antes que incendien la casa»
Aunque el caso Roswell tiene muchas aristas e implicaciones, hasta aquí dejaré este suceso, sin dejar de tomarlo como eje central del fenómeno ufológico. Te invito a no perderte mis próximos artículos donde profundizaremos en este fascinante tema.
Tiene lógica la relación de roswell y la bomba atómica