Desde que se popularizó el fenómeno de los platillos voladores con el avistamiento de Kenneth Arnold y el de los visitantes extraterrestres con el caso de Roswell son muchas las preguntas que se hacen creyentes y escépticos. ¿Quienes o que son?. ¿En realidad son extraterrestres?. ¿Qué aspecto tienen?. ¿De dónde vienen?. ¿Desde cuándo y por qué nos visitan los extraterrestres?. ¿Por qué no se han revelado a la humanidad?.
Debes tomar en cuenta que que la humanidad en pleno, tomó conciencia del fenómeno de naves y seres extraterrestres a mediados a de 1947. Precisamente con los dos casos antes mencionados. Pero esto no significa que este fenómeno no haya estado presente antes de ese año. Prueba de esto, son las innumerables evidencias existentes en la cultura de civilizaciones antiguas. Incluso evidencias arqueológicas que demuestra la presencia de estos visitantes en los albores de la humanidad.
Esa evidencia había pasado desapercibida, por las interpretaciones dadas por los testigos en esas épocas. Pues, solo podían comparar dichos fenómenos con los elementos primitivos de su entorno o creencias religiosas. Imagina a un contemporáneo de Jesús de Nazaret viendo a un moderno avión Sukhoi 30, pasar rasante sobre su cabeza, aterrizar y ver bajar al piloto con su traje y casco. Si no muere de la impresión, diría que vió a un pájaro de hierro, que rugía como el trueno y lanzaba fuego. Además referiría, que de este bajó un demonio verde, de grandes ojos negros y nariz de buey o elefante.
¿Desde cuando nos visitan?
En la biblia, podemos encontrar decenas de historias de «carros de fuego» que bajan de las alturas. De los cuales descienden «ángeles» que se llevan a personas comunes al cielo. Entre estos casos, dos de los más conocidos, son los de los profetas Ezequiel y Elías. Pero son unos hallazgos arqueológicos procedentes del paleolítico y del neolítico, que nos pueden dar una idea sobre la pregunta, ¿desde cuando nos visitan?.
Por ejemplo, en la meseta de Tassili, un área montañosa en el desierto del Sahara, donde existen más de 15.000 pinturas rupestres, podemos ver unas pinturas muy particulares. Se tratan de figuras de extraños seres con escafandras o cascos, que datan de la era paleolítica superior y de la neolítica. Es decir se remontan a más de diez mil años de antigüedad. Tomando en cuenta que los humanos autores de dicho arte rupestre plasmaban lo que veían, es lógico pensar, que pintaron seres con lo que parecen ser trajes espaciales, porque los tuvieron frente a sus ojos.
De igual manera puedes fijarte en las pinturas rupestres en las cuevas de Kimberley, en Australia occidental. Ahí también aparecen representados extraños seres semejantes y que las tribus de la región denominan «wandjinas» . El fotógrafo investigador y amante de este tipo de arte antiguo, Grahame Walsh, observó que sobre uno de estos wandjinas estaba un panal de avispas. Lo que antes le parecía un avispero común y corriente, pronto descubrió, era un panal fosilizado. Tomó parte de este panal y lo hizo analizar por expertos antropólogos y concluyeron que el panal tenía 17.000 años de antigüedad. Lo que significa, que la pintura abajo de este, es mucho más antigua.
Evidencia en el arte antiguo más reciente.
Aquí podemos observar la pintura de dos caballeros cruzados, plasmados en un manuscrito del siglo XII, que cuenta una historia sobre un ovni visto en el momento del sitiado del castillo Sigiburg, en Francia. Hecho acaecido en el año 776 cuando los sajones sitiaron a dicha población francesa. Representa a los caballeros cuando estaban luchando y sobre ellos aparecieron un grupo de discos suspendidos en el aire.
En la galería Nacional de Londres, puedes ver una pintura llamada “La Madonna de Saint Giovannino”, creada aproximadamente en el siglo XV. En esta puedes observar un extraño objeto volador, en la parte superior derecha. Este objeto arroja rayos de luz, mientras que en la parte inferior hay un hombre mirándolo. Y si se detalla bien al hombre, verás que tiene una mano alzada, como tratando cubrir sus ojos, para poder ver mejor al objeto.
Pero más impresionante aún es ver al mismísimo Jesucristo y a la virgen Maria, apareciendo ante el público, llegando desde el cielo, en lo que parece ser un ovni escoltado por otros tantos. Esta pintura fue realizada en 1428, exactamente 64 años antes del descubrimiento de América. Su autor fue el pintor Masolino Da Panicale y se encuentra en la iglesia de Santa María Maggiore, Florencia. Muy sugerente la obra, ¿verdad?.
Te invito a leer la segunda parte de este artículo para que puedas ver otras evidencias y juntos podamos averiguar, por qué estos seres nos han estado visitando y por ´que desde 1947 y no antes, se hicieron evidentes para la humanidad entera. No te lo pierdas.
De terminar de comprobar todo esto, aquí podría estar la explicación sobre el eslabón perdido de la evolución humana