leer la mente

Estas son las tecnologías que se desarrollan para leer la mente

Las tecnologías para leer la mente humana podría estar más cerca de lo que pensamos.

Muchas personas no lo saben, pero ya existen cyborgs humanos. Hannes Sjöblad se implantó varios sensores en su organismo y fundó la Asociación de Cyborgs de Suecia y una agencia llamada DSruptive Subdermals, que estudia prototipos y desarrolla tecnología pensada para el cuerpo humano. Hay una industria en crecimiento para llevar a cabo tecnologías para leer la mente.

Son los primeros pasos de una industria que avanza hacia lo que algunos imaginan ya como superhumanos y en la que las grandes tecnológicas ya están creando una hoja de ruta. 

Otro ejemplo del crecimiento de esta industria es que recientemente, la compañía de Elon Musk, Neuralink, mostró un vídeo en el que se puede ver a un mono con un chip implantado en el cerebro jugando a un videojuego que controla desde la mente. Musk hizo declaraciones sobre el futuro que ayudan a prever cómo se imagina el futuro el magnate de la tecnología. 

El CEO de Neuralink asegura que entre las capacidades potenciales de la tecnología que investiga su compañía incluyen conducir un coche, jugar a videojuegos, manipular la memoria o hacer caminar de nuevo a personas con daños en la médula espinal.

Facebook desarrolla tecnologías para leer la mente

Aunque todavía estamos lejos de ese momento, las grandes compañías tecnológicas ya están investigando y desarrollando productos en esa dirección. Facebook, la otra gran compañía que también busca hurgar en el cerebro de los usuarios 

Hace ya 4 años que Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, reveló que la compañía trabajaba en la manera de comprender mejor el cerebro de los usuarios. 

El CEO presentó algunas posibilidades, como la oportunidad de escribir en una computadora utilizando solo el pensamiento. «Presumiblemente», dijo Zuckerberg durante una entrevista posterior en Harvard, «esto sería algo que alguien elegiría utilizar como producto».

Zuckerberg apostaba más por una tecnología externa que descubriera las conexiones entre determinados pensamientos y determinados flujos de sangre o actividad cerebral. 

Cada vez más startups se aventuran en el negocio de leer la mente

La realidad es que la posibilidad de conectarse al cerebro humano y de interpretarlo ha dejado de sonar a ciencia ficción y cada vez más startups desarrollan su actividad en este nicho. Hace dos años, Forbes recogía a las 10 startups más destacadas que trabajaban por leer tus pensamientos. 

La lista incluye a Neurolink y a CRTL-Labs, pero también a otros nombres menos dominados por grandes corporaciones; como Neurable (que aplica esta tecnología a personas con discapacidades) o NextMind (que transforma los pensamientos en una orden a cualquier dispositivo).

La startup francesa Nuro (que nació para devolver la capacidad de comunicarse a las personas que las habían perdido por una lesión) es ahora capaz de adaptarse instantáneamente a una amplia variedad de condiciones fisiopatológicas como accidentes cerebrovasculares, lesiones traumáticas de la médula espinal, enfermedades neuromusculares de fase media y tardía como la ELA, la esclerosis múltiple o la parálisis cerebral.

Recientemente, la española Ibrain Neuroelectronics cerró una ronda de financiación de 14,3 millones de euros coliderada por Asabys Partners y Alta Life Science. Inbrain Neuroelectronics, por su parte, está desarrollando una interfaz neuronal poco invasiva e inteligente que quiere interpretar y modular la actividad cerebral con aplicaciones terapéuticas.

¿Podrán entonces las grandes tecnológicas leer la mente?

Por mucho que este tipo de investigaciones recuerden a algunos escenarios que podrían verse en la serie de televisión Black Mirror, los expertos se muestran algo escépticos. 

Por mucho poder industrial que alguien como Musk aporte al problema, el neurocientífico Timothy Buschman asegura matemáticamente que la biología, y no la tecnología, es el verdadero cuello de botella, explica el también neurocientífico R. Douglas Fields, en una columna de opinión. 

Frente a los miedos que pueden existir sobre la capacidad de invadir la propia mente, el investigador reconoce que la investigación intensiva en este tema ha demostrado que algunas tecnologías son capaces de identificar en qué está pensando una persona.

El neurocientífico cita la investigación en Universidad Carnegie Mellon liderada por Marcel Just y señala que, gracias a las pruebas realizadas, los científicos «pueden saber en qué número está pensando una persona, qué emoción puede estar sintiendo o si tiene pensamientos suicidas». 

  

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