En un mundo lleno de distracciones, pocas habilidades son tan útiles como la disciplina personal. Si te pregunto, ¿Qué es disciplina? Puedo imaginar algunos de tus pensamientos. Seguro te surgió en la cabeza la imagen de un militar, o puede que de algún atleta. Tus pensamientos son acertados, pero no es algo exclusivo de militares y deportistas. Se puede concebir la disciplina como forma de expresar el amor propio.
Puedes entender la disciplina como la capacidad de mantener un código de conducta o una serie de pasos para lograr un objetivo. Pero la verdad, como dice Russel Brand, es mejor entender la disciplina como un tipo de amor propio. Esto se debe a que va de la mano con el cuidado propio y te ayudará en tu crecimiento personal.
Piensa por un segundo que tanto cambiaría tu vida si desarrollas un mejor autocontrol. Con algo de disciplina, quizás podrías mantener las idas al gimnasio y lograr tu cuerpo ideal. Quizás puedas utilizar algo de disciplina al momento de enfocarte en el trabajo acumulado que tienes. Mejor aún, las disciplina podría ayudarte incluso con tus hábitos de sueño o alimenticios.
Como ya debes de estar imaginando, parece infinita la utilidad de la disciplina. Aunque llegados a este punto, debes estarte preguntando, ¿Cómo puedo desarrollarla? Dependiendo del nivel de disciplina que quieras lograr puede ser un proceso complejo. Pero te ayudaremos a iniciarte con tus primeros pasos hacia un mejor autocontrol.
Instaurar buenos hábitos en tu día a día
Los hábitos que posees son aquellas conductas que repites, casi de forma automática. No solo pueden ser conductas simples, tus rutinas están incluidas. Pueden ser tanto buenos como malos, y tienen una relación estrecha con la disciplina.
Para ejemplificar lo anterior, imagina que tienes el mal hábito de dormir 4 horas diarias. Esto es algo que afecta en gran medida tu vida, por lo que quieres deshacerte de él. Pero no es tan sencillo, ya que te das cuenta que lo has repetido tanto que se te es difícil dormir por más tiempo. Es en ese punto donde entra la disciplina en juego.
Puedes utilizar la disciplina como una herramienta para deshacerte de hábitos dañinos o crear hábitos saludables. Siguiendo el ejemplo anterior, podrías determinar una hora de acostarte y eliminar las distracciones. Al principio será tedioso, pero al repetir la acción de acostarte a la hora determinada estarás corrigiendo el hábito y desarrollando disciplina al mismo tiempo.
Lo mismo se aplica para otros casos. Desórdenes alimenticios, gasto en cosas inútiles, impuntualidad, etc. La clave siempre será la repetición y tu determinación a cambiar, siempre para mejor. Con el tiempo notaras cambios significativos en tu bienestar y dejarás de ver los cambios como un sacrificio y de verdad establecer en tu vida la disciplina como forma de expresar el amor propio.
Un abrazo inmenso.
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