El parpadeo expone nuestras emociones y cómo nos sentimos en el entorno

La ciencia cada vez llega a más pruebas que hablan de cómo las emociones repercuten en nuestro cuerpo. Las enfermedades pueden venir a causa de problemas emocionales. Un nuevo estudio sugiere que el parpadeo funciona como un mostrador y una vidriera de nuestras emociones y de cómo interactuamos con el entorno. El parpadeo, además de ayudar a proteger y humedecer la parte externa del ojo, representa una respuesta a las expresiones faciales, como parámetro de las emociones.

La Universitat Politècnica de Catalunya publicó un artículo que indica que la velocidad de cierre de los párpados va desde los 30 ms, al parpadeo espontáneo de hasta 75 ms. En este caso, la posición abierta es más lenta, con un tiempo de 100-200 ms, hasta volver a su posición habitual. El estudio detalla que la frecuencia del parpadeo, se define por medio de un “marcapasos” interno, el cual se regula, por aspectos cognitivos y atencionales, y se ve afectada por estímulos externos.

Un artículo publicado en la Revista de Psicología y Ciencias del Comportamiento fue importante para reconocer las causas del parpadeo. Se considera un movimiento inadvertido, cuando se mantiene una postura relajada los párpados los ojos se cierran o se abren de acuerdo a la atención que se tenga. Es una actividad que motiva el parpadeo ocular sin poner mucha atención al mismo.

Además, otros estudios, como los publicados en el sitio de Ciencia cienciacognitiva.org, afirman que el parpadeo también ocurre en la mente. Los científicos lo denominan: “sistema atencional”. La meditación o estímulos emocionales presentes ayudan a modular y a provocar la repetición del parpadeo. Se define dicha acción como parpadeos de la atención.

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