COVID-19: pacientes graves tienen estas características en común

En los seres humanos, los COV (compuestos orgánicos volátiles) causan síntomas respiratorios y gastrointestinales que van desde el resfrío a enfermedades como bronquitis o neumoníaLos coronavirus humanos (HCoV) también se han asociado con exacerbaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, fibrosis quística y asma. El COVID-19 es una enfermedad que tiene esas características.

Los rasgos genéticos que comparten los casos graves de COVID-19 podrían ser los responsables de que el tejido pulmonar no pueda regenerarse y se desarrolle fibrosis pulmonar. La fibrosis quística que se desarrolla en algunos de los casos más graves de coronavirus es una de las mayores preocupaciones de la comunidad de médicos y científicos. Supone que el tejido de los pulmones se va cicatrizando y respirar resulta cada vez más difícil.

Terapia para pacientes graves de COVID-19

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), una institución pública española dedicada a la investigación, diagnóstico y tratamiento del cáncer, explicaron: “los telómeros (enzimas formadas por un complejo de proteína, ácido ribonucleico con actividad polimerasa que está presente en células de la línea germinal), pueden ser alargados de nuevo mediante la telomerasa. En trabajos previos se demostró que la activación de la telomerasa tiene un efecto terapéutico en enfermedades relacionadas con telómeros cortos, como la fibrosis pulmonar”.

Spin Off Telomere Therapeutics es una compañía creada por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en donde trabajaron en un método para desarrollar una terapia génica con telomerasa. Este sería el tipo de terapia potencialmente efectiva para pacientes con lesiones pulmonares remanentes tras la COVID-19.

¿Qué características genéticas comparten los casos más graves?

Se trata de estructuras ubicadas en los extremos de los cromosomas y son clave para que las células se puedan multiplicar. En estudios previos, el CNIO, liderado por la investigadora María Blasco, observó que una causa de dicha enfermedad pulmonar es el daño en los telómeros de las células encargadas de regenerar el tejido pulmonar. Los neumocitos alveolares tipo II, precisamente las células las que infecta el SARS-CoV-2.

A partir de ese momento, la científica y su equipo empezaron a analizar muestras (89), en las que pudieron comprobar que los pacientes con COVID-19 grave “tenían los telómeros significativamente más cortos”. Es decir, todo apunta a que la infección viral podría acortar los telómeros provocando que las células dejen de dividirse constantemente, lo que impide la regeneración del tejido pulmonar. La confirmación de que los telómeros cortos dificultan la recuperación de los pacientes graves abriría la puerta a nuevas estrategias de tratamiento. La especialista ya estaba poniendo a punto una terapia para regenerar el tejido pulmonar en pacientes de fibrosis. Sin embargo, ahora cree que este tratamiento podría ayudar a quienes siguen con lesiones pulmonares tras superar el coronavirus. Pese a que duraría un año y medio.

La regeneración del tejido pulmonar, la clave

El trabajo, publicado en la revista Aging, aporta evidencias a favor de esta hipótesis, al correlacionar mayor gravedad de la COVID-19 y el acortamiento de los telómeros. Sin embargo, aún no se puede afirmar la relación causal. Tal y como explica Blasco: “Estamos estudiando con ratones a los que inyectamos el SARS-CoV-2 para comprobar si los telómeros cortos son realmente causa de una enfermedad más severa”. Se trata de ratones con telómeros cortos e incapaces de producir telomerasa. Sin esta enzima los telómeros no pueden ser reparados, por lo que la regeneración del tejido pulmonar no puede realizarse. Si la hipótesis es correcta, los ratones sin telomerasa y telómeros cortos deberían desarrollar fibrosis pulmonar de manera más grave que los ratones normales.

Es cierto que los telómeros se van acortando a medida que el organismo envejece. Eso ocurre en la población general y en los pacientes ingresados por este coronavirus. Sumado a que los enfermos mas graves son también los de mayor edad, existe asociación entre mayor gravedad y menor longitud telomérica. Lo curioso es que en contra de lo previsible, es que en los casos graves de los mas jóvenes, también se observan telómeros más cortos. Eso significa que el acortamiento parece producirse independientemente de la edad. De alguna formala presencia de telómeros cortos podría ser un marcador en la gravedad de la infección por COVID-19.

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