La atención es más importante que la inteligencia

Si bien existen varios tipos de inteligencia, es posiblemente la virtud más admirada y deseada en nuestra sociedad, mucho más que la concentración. Antes, la atención o la facultad de controlar en lo que nos enfocamos no tenía un papel preponderante en la discusión intelectual en nuestra sociedad. Salvo algunas excepciones, como es el caso del psicólogo William James. Hace unos 100 años, James notó que la concentración era la cualidad esencial de una mente genial. Incluso consideró que si la atención podía entrenarse, ello debería ser la base de la educación.

La facultad de controlar una atención inquieta es la raíz misma del juicio, el carácter y la voluntad. Una educación que aumente esta facultad sería la educación por excelencia.

Wallace sobre James y la atención

En su libro The Attention Revolution, Alan Wallace explica cómo la atención modela la realidad, según William James:

Nuestra facultad de atención nos afecta de innumerables formas. Nuestra percepción de la realidad está estrechamente vinculada a dónde ponemos nuestra atención. Sólo aquello a lo que le ponemos atención nos parece real, mientras todo lo que ignoramos parece desvanecerse en la insignificancia. El filósofo y pionero de la psicología moderna William James hizo esta observación hace más de 1 siglo: «Por el momento, eso a lo que atendemos es la realidad»… Cada uno de nosotros elige, en la forma en la atiende a las cosas, el universo en el que habita y las personas que se encuentra. Pero para la mayoría de nosotros esta «elección» es inconsciente, así que en realidad no es una elección.

No sólo somos intelecto

Por su parte, Jordan Peterson dice que las personas en el mundo actual tienden a identificarse con el contenido de su intelecto. Esto no es apropiado, según él, ya que no somos sólo nuestro intelecto, somos nuestras emociones, nuestras motivaciones, nuestras relaciones y nuestro contexto social. A un nivel más básico, como dice la frase de James: Por el momento, eso a lo que atendemos es la realidad, es nuestra atención la que construye lo que somos.

Nuestra atención es nuestra conciencia misma, la inteligencia es el contenido de la conciencia. «Puedes identificarte con tu inteligencia pero no eres sólo esto. Existen muchas razones para pensar que la atención es una función de más alto orden que el intelecto, puesto que es lo que le enseña a la inteligencia», dice Peterson.

Hay muchos tipos de inteligencia (emocional, verbal, lógica, matemática y demás), pero una persona que tiene dominio de su atención no sólo puede aprender a dominar diferentes aspectos de la realidad y construir su inteligencia, sino que además tiene la base esencial para una mente sana -una atención plena- que no se ve arrastrada por las vicisitudes de la existencia. Y es que, por otro, lado, la mayoría  de nuestros problemas ocurren por estar distraídos.

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