El misterioso mundo de los recuerdos: cómo funciona nuestra mente

La estructura de nuestros recuerdos es una de las tantas incógnitas que presenta nuestra mente. El criterio con el que descartamos información es difícil de descifrar. Lo cierto es que es necesario para nuestra supervivencia poseer recuerdos. Primero, para nuestra experiencia al interacturar con el mundo y después, porque sería perjudicial que toda la información que poseemos aflorara libremente. Guardamos una inmensa cantidad de información que absorbemos gracias a nuestros sentidos. El sistema de descarte y almacenamiento de información es casi un mecanismo de supervivencia. Es mucho más lo que olvidamos que lo que recordamos.

El hipocampo: la puerta de ingreso de información

Los estímulos y sensaciones llegan a una zona de nuestro cerebro llamada hipocampo, donde se almacenan de manera temporal. Es una de las zonas más importantes del cerebro, conocida por ser una de las que se altera cuando se padece una enfermedad neurodegenerativa. También es la encargada de trasladar esa información temporal a la corteza cerebral donde, finalmente, quedará almacenada y se crearán los recuerdos. La gran pregunta es: ¿Cómo se decide lo que sí quedará grabado en la memoria y lo que no? Principalmente, por emociones. Recordaremos aquello que nos ha generado algo que venga asociado a una emoción. A mayor emoción, más detalles podremos rescatar en un futuro.

En este sentido, se demuestra que aquellas situaciones que han estado vinculadas con segregación de hormonas como la adrenalina, por ejemplo, tienen más probabilidades de permanecer. El cerebro les otorgará importancia, pero a la vez, descartará otros extractos que considera innecesarios para la supervivencia, con el fin de no cargarnos con información irrelevante. Y lo hace gracias a las enzimas fosfatasas, encargadas de dificultar la formación o el fortalecimiento de las conexiones neuronales. Ahora bien, que no se recuerde no significa que no esté almacenado, solo que nuestra mente no nos permite tener acceso.

Un estudio publicado en la revista científica Journal of Neuroscience demuestra que el cerebro activa redes de recuerdos relacionados durante el sueño. Dependiendo de la fuerza con que estén asociadas las memorias, este proceso ayuda a fijarlas o, por el contrario, promueve su olvido.

Un patrón con el que se recuperan recuerdos

Si bien la estructura de entrada y almacenaje ha sido más analizada, la ciencia avanza en el camino contrario, la recuperación del recuerdo. Una investigación del Instituto de Bioingeniería de Cataluña publicada en la revista Nature Communications en junio de 2019 aseguraba haber dado con un patrónCuando recordamos algo, se activan una serie de regiones cerebrales, entre ellas las regiones hipocampal y parahipocampal del lóbulo temporal medial. El estudio de IBEC asegura que todo surge por una reacción en el hipocampo, que desencadena una conexión con el neocórtex y activa el grupo de neuronas en las que está almacenado ese recuerdo.

¿Recuerdo o imaginación?

A veces se identifica un recuerdo con lo que en realidad no es más que un falso recuerdo fruto de un sueño o de la imaginación. Esto puede suceder si esa experiencia, que solo ha ocurrido en nuestra mente, se vive con una alta intensidad. En casos así el cerebro puede llegar a confundir si ha ocurrido o se ha imaginado. Igualmente tendemos a completar recuerdos incompletos con detalles aprendidos que encajarían en la situación o combinar historias parecidas por lo que se llama efecto de atribución.

1 comentario en “El misterioso mundo de los recuerdos: cómo funciona nuestra mente”

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