El mal hábito de revivir el pasado

De niña, me sentaba a escuchar las canciones de un grupo llamado » Los Terrícolas» ya que era uno de los favoritos de mi mamá. Ahora que lo pienso, me resulta un tanto gracioso recordar esos tiempos y verme como una niña de ochos años cantando canciones con letras llenas de amor y dolor. Ahora de adultos no nos hace falta escuchar alguna canción para revivir una y otra las cosas por la que hemos atravesado. Alimentando así el mal hábito de revivir el pasado.

Hoy en día, muchas disciplinas y autores te recomiendan prácticas para centrarte en el momento presente. El Mindfullness ha introducido de una forma sencilla, algunos ejercicios para mantener nuestra atención en el tiempo presente. No necesariamente debas hacer algún tipo de meditación para perder la mala costumbre de revivir el pasado. Aunque es una mala costumbre quizá, no te has percatado de ello.

¿ Recordar sólo lo bueno?

Estar enfocado en vivir en el presente, no sólo significa no revivir las situaciones adversas que nos sucedieron en el pasado. También abarca aquello que nos hizo felices y quizá ya no está. Es imposible no tener recuerdos, lamentablemente no tenemos un boton de apagado o de borrado de todos nuestros recuerdos, no es tan sencillo y tampoco es la idea.

Se trata de que aunque tenemos la capacidad de recordar, no nos quedemos enganchados en esos recuerdos. Cuando estos recuerdos son hermosos y agradables, puede ser que sintamos cierta añoranza, nostalgia y sentimientos de tristeza al no poder vivirlos más. Si los recuerdos obedecen a desgracias, revivirás aquellos sentimientos de amargura y así sea por algunos instantes te hará resentir.

En todo lo que pones atención crece y se energiza, por lo que traerás de nuevo esas situaciones a tu vida actual. Puedes pensar que aquellas situaciones no te afectan y que ya las has superado, pero si revives esos recuerdos traes situaciones y personas a tu mundo actual trayendo los mismos sentimientos que viviste en ese entonces. Dar demasiada atención a los problemas y temas personales es una manifestación del EGO, en una expresión de orgullo. Puedes optar por invocar la Ley del perdón y la llama violeta transmutadora, para disolver y consumir todo aquello desagradable y todo sentimiento de querer revivir el pasado ,lo que ya no es.

Dejemos el drama

A dramatizar me refiero a que a veces por costumbre, aumentamos desproporcionadamente lo «negativo» que observamos. Aquel que dramatiza, vive centrándose en que nada bueno puede pasar. De seguro tendrás algún conocido o amigo que le va muy bien y de repente te dice; Me va bien, pero la cosa está muy difícil, no se puede salir adelante con este terrible gobierno y con tanto esfuerzo que he obtenido las cosas y de seguro pasa algo y pierdo todo… No se por qué me pasa esto a mi, etc. Pero si le va muy bien; ¿ por qué esta tan atormentado?. Esa persona se expresa de esa manera porque lamentablemente su tema de conversación se centra en la exageración y en la queja.

Debemos borrar continuamente con cualquiera de las palabras gatillo de Hoóponopono o con el método que mejor se adapte a ti, las generalizaciones que traemos desde pequeños y que muchas obedecen a los miedos de nuestros padres y de nuestra cultura. Frases como : » Todos los hombres son unos sinverguenzas», » En estos países ya no se puede vivir», » El dinero no alcanza para nada». Mientras tengamos todos estas memorias grabadas en nuestro subconscientes las estaremos aceptando como verdad y fácilmente podamos caer en el papel de víctimas.

Deja de angustiarte por el porvenir

Puede ser que cuando recordemos, nos pongamos a compararnos y a medir el plan que teníamos cuando jóvenes o el que preparamos apara cuando llegara el momento presente y la «realidad» sea muy distinta a aquello que planificamos. Si ese es el caso, puede que nos angustiemos aun más de lo que está por venir.

La posición correcta es pensar que por más planes que hagas no tienes el control de absolutamente nada. Podemos hacernos responsables de todo lo que ocurre en nuestra manifestación de vida, pero eso no quiere decir que tengamos el control para que las cosas sucedan tal como queremos. Es por ello que cuando te plantees un proyecto lo más sensato sea ponerlo en las manos de la divinidad, presentarselo, decirle con que intenciones lo estás haciendo, agradecer y soltar y confiar.

Confiar, sí confiar. ¿ Pero confiar en qué?, ¿ En que se cumplirán tus planes?, pues no, entendí que confiar se trata de dar lo mejor de nosotros y hacerse a un lado y dejar a la divinidad actuar. A veces somos de más de egocéntricos y pensamos que podemos dar órdenes al Universo pero al mismo tiempo tememos de lo que está por venir. Estamos llenos de contradicciones y la vida es para que aprendamos a cada paso vivir en armonía y siendo consecuentes con lo que sentimos.

Proponte cada vez de que te escuches decir: Imagínate cuando éramos esto o aquello y mira ahora…. no te enganches, has silencio y agradece la oportunidad de haberlo vivido, pero sin el dolor de ya no tenerlo. Cada momento trae su belleza, busca la belleza en cada instante, como aquella vez que Jesús vio la hermosa dentadura de un perro muerto mientras otros sólo sentían su fetidez.

Es cuestión de ejercitarse en el arte de vivir en el presente, no seas duro contigo mismo, comienza una y otra vez, ya eres consciente de ello.

Un abrazo de luz.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio