¿Cómo fomentar la espiritualidad en tu hijo?

Sabemos que los niños por naturaleza son muy curiosos. En los últimos años, nos ha sorprendido cómo bebés recién nacidos, están con los ojos bien despiertos, levantan la cabeza y atienden a las voces de sus padres. En los tiempos de nuestros padres y abuelos, esto era impensable. Los niños de décadas pasadas tardaban algunos días en abrir sus ojos, ahora decimos; en unos años nacerán caminando. Pero, ¿ Cómo fomentar la espiritualidad en tu hijo?.

De la misma manera es cada vez más frecuente que nuestros hijos pregunten sobre temas que a veces no sabemos cómo responder. Algunos niños pueden sentirse atraídos más que otros al mundo espiritual. Puede ser que, niños nacidos en hogares con alguna religión definida, reciban educación religiosa desde muy pequeños. Otros padres al contrario, pueden preferir ser más cuidadosos y esperar a que el niño tenga la edad suficiente para que él mismo, decida las creencias que integrará en su vida.

Sea cuál sea la decisión que decidas seguir, puedes poco a poco acompañar a tus hijos en las dudas que se le presenten, para ello, te damos algunas recomendaciones para fomentar la espiritualidad de tu hijo, que puedes aplicar a diario.

¿ Cómo puedes fomentar la espiritualidad en tu hijo?

Pregúntate: ¿cuál es el significado de la espiritualidad para ti?: Antes de preguntarte; ¿Cómo puedes fomentar la espiritualidad de tu hijo?, debes aclarar qué significado tiene para ti. La única manera de aclarar la duda de tu hijo, será que te aclares tú primero . Esto no quiere decir ,que tengas la respuesta para todo, pero si es necesario que sepas cuál es tu creencia sobre ciertos aspectos espirituales. Puedes iniciar, aclarando para ti; ¿ Quién es Dios?, ¿ Crees en la vida después de la muerte?, ¿ Para ti, existen los ángeles y seres de luz?, ¿Qué piensas sobre el diablo?, ¿ Qué piensas sobre la existencia de las hadas?. De seguro las primeras inquietudes de tu hijo estén relacionada con estos temas y es mejor que te prepares con anterioridad.
No tienes por qué tener todas las respuestas: Quizá tu niño te sorprenda con algún tema relacionado a la espiritualidad, puedes hablarle dulcemente e invitarlo a descubrir entre los dos el mundo sobre el cuál te ha preguntado. Para ello, busca en internet ciertos recursos como canciones o cuentos, relacionados con el tema, analiza cuál se adapta a la situación y compartelo con tu pequeño.
Incluye en su rutina algunas prácticas espirituales: Cuándo me refiero a fomentar la espiritualidad se trata de que el niño desde pequeño puede aprender ciertas rutinas que le harán sentir que existe un mundo que está más allá de lo físico. Puedes enseñarlo a dar gracias cuándo se levante por la mañana, puedes decirle; vamos a dar las gracias por este bello amanecer, agradecer antes de comer por la comida que está en su plato y agradecer a quien los preparó. Si crees en los ángeles enseñarle una oración antes de dormir dedicada a su ángel de la guarda.
Si asistes a una iglesia: Puedes incorporarlo a actividades donde él se sienta feliz. En relación a padres que asisten a una iglesia, sinagoga o grupo religioso, es importante preguntarle al niño si se siente cómodo y feliz y buscar que esa experiencia sea lo más gratificante para el niño, ser respetuosos en no imponer una creencia y darle al niño la oportunidad de hacerse sus propios cuestionamientos desde pequeños. Servir nosotros de guía como en todos los aspectos de su educación.
Enseña a tu hijo a amar la naturaleza: No hay un lugar más idóneo para mostrar lo divino, que las manifestaciones que nos dá día a día la naturaleza. El milagro del vuelo del colibrí, lo magnífico de un arcoiris, las flores, las montañas, el mar.
Busca un tiempo para estar junto a él en silencio: Puedes incorporar a su rutina la práctica de yoga para niños o mindfulness. Son prácticas sencillas que le permitirán a tu hijo encontrarse en el momento presente, disfrutar del silencio, escuchar su respiración y relajarse.
Escúchalo atentamente: Cuando tenga ciertas dudas, pregúntale que opina él al respecto. No trates de imponerle tus ideas. Si te pregunta; ¿Quién es Dios?, le puedes pedir que dibuje como se lo imagina y lo vas guiando sin descalificar su idea y sin darle mayor información de la que está solicitando.