¿Es mejor trabajar con música o sin música? Un estudio llegó a una respuesta. La preferencia es personal, aunque muchas veces en oficinas con grupos de trabajo esto queda supeditado a la elección de la mayoría. Como opiniones a favor están lo que aseguran que ayuda a concentrarte, estimula la creatividad y relaja. En contra, que distrae y genera demasiados estímulos..
El último estudio realizado sobre trabajar con música fue publicado en The Guardian y afirma que escuchar música mientras se trabaja aumenta la productividad. Con el auge del home office, muchas personas se alejaron del bullicio de las oficinas y, en sus casas, pueden elegir si escuchar una canción o trabajar en silencio.
“La vida sin música sería un espacio en blanco”, decía la escritora Jane Austen y siguiendo esa línea de pensamiento, la investigación asegura que la música durante el trabajo es beneficiosa, siempre y cuando se sigan algunas condiciones:
El comienzo debe ser lento
Las canciones al comienzo de las playlist que escuchemos para trabajar no deberían forzarte a un estado de productividad, sino que te llevarán allí gradualmente. Por ejemplo, Here Comes the Sun de The Beatles o In My Place de Coldplay.
Transición a una canción más rápida
El estudio ha recogido que la transición a una canción más rápida puede aumentar el rendimiento. Los investigadores aseguraron que la mayoría de los sujetos se desempeñó mejor mientras escuchaban canciones con un ritmo alrededor de 121 bpm para motivar al oyente. Canciones que se acercan a esto pueden ser My Love de Justin Timberlake, I Will Survive de Diana Ross o Supersonic de Jamiroquai,
La lírica no debe ser compleja
Según los resultados arrojados por la investigación, lo más conveniente es no escuchar canciones con narración compleja. Analizar la lírica de los temas puede distraer a los trabajadores que realicen tareas que requieran un esfuerzo cognitivo considerable. La mayor parte de nuestra lista de reproducción debe contener canciones con letras inocuas y sencillas.
No incluir nuestras pistas favoritas
Tenemos canciones que escuchamos varias veces y nos generan pensamientos positivos. Si bien es una tentación incluirlas para realizar tareas con ellas de fondo, no es recomendable. El estudio encontró una disminución en el rendimiento al escuchar canciones que reconocemos fácilmente porque significan una distracción.
El aspecto que se recalca finalmente es que cada individuo debe poder analizarse a sí mismo con las variantes de escuchar o no música. A su vez, la flexibilidad con uno mismo en las elecciones es clave para aprovechar los beneficios que entrega la música. Si sientes que te afecta de forma negativa, lo mejor es apagarla.
Pingback: Esta es la huella que la música de diferentes culturas deja en el cerebro