La abundancia comienza en la mente, en las palabras que usas, en la forma de comunicarte.
La escasez es la carencia de confianza, en el universo y en ti mismo.
Quieres tener dinero, pero vives lamentándote de las cuentas por pagar, por lo que te falta a ti o a tu familia
Cuando vas de compras dices “No me cobre tanto porque no tengo dinero”
Vas al trabajo quejándote de lo mucho que te explotan y lo poco que te pagan, andas por la vida preocupado por las pocas oportunidades del país.
No valoras los talentos que tienes, entonces cobras barato tu trabajo, porque la situación está tan dura que quien va a pagar más.
Esa es tu vida, siempre hablas de pobreza y escasez, crees que naciste pobre y te vas a quedar pobre toda la vida.
El Universo, ve y escucha todo lo que hacemos, pensamos y decimos. Pero si no confiamos, No tendremos abundancia.
Debes agradecer cada que te llega una cuenta de cobro porque fue un servicio que tu disfrutaste.
Es tu actitud y tu frecuencia vibratoria que no ha permitido que el dinero fluya y vivas en abundancia.
Has cometido el gran error de no comprender que el dinero debe moverse e intercambiarse, para multiplicarse.
No te quejes de lo caro que está la comida, disfruta ese delicioso alimento que puedes comer al lado de tus seres queridos.
Uno debe llegar a recibir un servicio o una atención y pagar con gusto por ella. Debes siempre dar los billetes y las monedas con una hermosa sonrisa en tu rostro, porque es un intercambio.
Jamás minimices los esfuerzos y el merecimiento de otras personas, no digas frases como:
«¿Es lo menos?», «¿No hay descuento?», «¿Me lo dejas más barato?», «Me estás cobrando muy caro».
Desde el momento en que no valoras los esfuerzos de los demás, tu poco dinero desaparece, sin quererlo estás decretando que jamás tendrás más.
Si estas tan aburrido en tu trabajo, busca otras opciones, si dejas de quejarte y comienzas a agradecer, el universo se encarga de mostrarte que hay otros empleos para ti.
Deja de sentir «pesar» por otras personas, cuando haces esto, estás reflejando tus miedos y tu propia actitud de escasez.
No des limosnas, eso te empobrece y empobreces a los demás.
Comienza a utilizar la palabra “RICO” en lugar de “POBRE”, la palabra “GRACIAS”, en lugar de “NO TENGO”.
Dile al universo que confías, que sabes que todo fluye de la manera correcta.
No se trata de quedarse esperando que las cosas caigan del cielo, porque eso también es una actitud de pobreza.
Se trata de amar lo que haces, agradecer lo que tienes y dejar de enfocarte en lo que no tienes, y sobre todo confiar.
Disfruta tu vida, compra, gasta, intercambia tu dinero por cosas que necesites.
Cobra lo justo y busca el trabajo que mereces, para eso estás vivo, la vida no es lamentarse.
Y más pronto que tarde, descubrirás que toda tu pobreza, estaba en tu mente y en tu corazón y que tus bolsillos, están llenos!».
Piensa, habla, actúa y vibra en Abundancia.