Pensado antes de nacer
Desde antes de nacer, nuestros padres piensan en el nombre que escogieron para nosotros. Y es que desde siempre, nuestro nombre ha constituido el elemento esencial para identificarnos como personas en la sociedad. Nuestro nombre, es nuestra identidad de por vida. Más adelante te hablaré de la importancia espiritual de tu nombre.
Sin importar la cultura del País de origen o el año de nacimiento, nuestro nombre siempre estará influenciado por diversos factores. Entre los factores predominantes se encuentra nuestra historia familiar, artistas o deportistas del momento, acontecimientos impactantes en el mundo, etc.
Muchos padres, suelen invertir tiempo investigando el significado de los nombre, y muchos de ellos, por sus creencias religiosas, prefieren nombres con alguna relación a lo divino.
El nombre y las creencias religiosas
Nuestro nombre puede estar influenciado por las creencias de nuestros padres. En el cristianismo, el nombre de María es muy utilizado en todos los tiempo, como símbolo de pureza. Samuel ( Dios escuchó a la que pidió), es un nombre muy popular entre mujeres que se les ha hecho un tanto difícil concebir.
En nombre de Abraham, ha sido motivo de disputas entre los creyentes de dos religiones. Abraham, es Avraham para los judíos e Ibrahim, para los musulmanes. El mismo Abraham, se llamó Abram antes del pacto con Dios ( Génesis), quien se lo cambió al darle el significado de Padre de muchos pueblos.
Tu nombre y las leyes
Existen ciertas regulaciones legales en cuanto a la asignación de nombres. Algunos países no permiten nombres extravagantes o relacionados con ciertas costumbres o personajes de ficción.
En España, ya es normal que los niños sean registrados con algunos diminutivos de nombres como Lola, manolo y se restringen otros, que atenten contra la integridad o puedan resultar humillantes.
Los ciudadanos de EEUU, usan frecuentemente “Junior”, para indicar que el niño lleva el nombre de su padre y distinguir uno del otro.
Sea cual sean las motivaciones de los padres para escoger un nombre para sus hijos, existe un porcentaje entre el 8% y 10% de padres que luego se arrepienten, según un estudio realizado en Gran Bretaña.
Estar sujetos a ciertas regulaciones, con respecto al nombre de nuestros hijos, es un mal necesario. Al ser el nombre lo que nos identificará de por vida, la legislación de muchos países establecen controles para conservar la integridad de cada persona. Es así como nuestro nombre no sólo depende de los deseos de nuestros padres, sino de lo permitido en la sociedad.
Por suerte, a medida que han transcurrido los años, la costumbre de algunas poblaciones han cambiado. De estos cambios pudieran haber estado felices los llamados, Anacletos, nombre muy utilizado en la época de los primeros cristianos en honor al papa Anacleto.
Significado espiritual
Conny Méndez, siempre explicaba en sus charlas , la importancia espiritual de nuestro nombre, decía que era como un archivo que contenía información de la altura con la que llegas a este plano físico. Tu nombre se lo inspiras a tu madre desde que estás en el vientre, es por ello, que no debe ser escogido por el padre, abuelos o padrinos.
El niño o niña que está por nacer, le inspira a la madre su nombre, ya que ésta es la única que siente, lo que le pertenece por derecho de conciencia. Algunas de las cosas que queremos hacer pueden verse algo frustradas, algunos problemas de carácter, pueden presentarse en personas que comparten su nombre con algún antepasado.
Este choque con la vibración del nombre, puede darse porque nuestro ego está luchando con la energía asociada a ese familiar. Es por ello que lo ideal, es que sean las madres las que a través de su percepción, las que escojan el nombre del futuro bebé.
Si tu nombre no te gusta, si cada vez que firmas no te identificas con el, cámbialo!. Te preguntarás; ¿ Cómo me dices que cambie mi nombre con todas las implicaciones legales que conlleva?. Así como los Papas y artistas, adquieren un nombre, escoge el tuyo, si no estás dispuesto a hacerlo de forma legal, pide a todos que te llamen como te gustaría.
Con los primeros que debemos ser honestos es con nosotros mismos, prueba haciendo los cambios en tu vida que consideres para ser más feliz. Entre los cambios que puedes plantearte hacer, es cambiarte el nombre sino te gusta. Puedes agradecer por tu antiguo nombre y pedir inspiración a la divinidad en la selección.
Ahora que ya sabes la importancia espiritual de nuestro nombre, ¿Te atreverías a cambiar el tuyo?. Háznoslo saber en los comentarios.
