Estos son los tipos de racionalidad más importantes

La racionalidad es una de las cualidades que nos definen como seres humanos, pero su definición puede plantearse de diferentes formas. Los tipos de racionalidad están basadas en las creencias de la persona. En este caso, el foco no se situaría sobre las expectativas que la persona tiene de las demás personas, sino que estaría dentro de él mismo. Para el sociólogo Max Webber, existen 5 tipos de racionalidad.

¿Qué tipo de condiciones definen la racionalidad? Cualquiera que provenga de forma intrínseca de la persona, como pueden ser sus propias creencias acerca de un asunto determinado, su propia ética y valores morales.

En ese sentido, estas cuestiones no suponen un predictor de que la persona alcance o no el fin buscado, sino que la conducta o el pensamiento se ejerce por razones propias, del tipo de las que enumeramos.

¿Qué entendemos por tipos de racionalidad?

La racionalidad se refiere a la capacidad de los seres humanos para pensar y obrar acorde a una lógica o elementos propios. La racionalidad nos permite entender la realidad que nos rodea y utilizar nuestros procesos mentales para tratar de conseguir nuestros fines de forma consciente. Esto lo hacemos a través de la toma de decisiones más óptima para cada meta. Se trata de una característica compleja que no se encuentra a este nivel en ninguna otra especie.

1. Racionalidad instrumental

La primera forma de racionalidad que aprecia Max Weber es la instrumental. La clave de esta forma de pensar y actuar residiría en las expectativas que el sujeto tiene acerca del modo de actuar del resto de personas. Esa anticipación marcará el modo de comportarse del sujeto, orientándolo apropiadamente para conseguir el objetivo que se ha propuesto.

A este tipo también se le conoce por el nombre de racionalidad intencional, ya que el sujeto tiene una intención al comportarse tal y como lo hace, que es lograr su objetivo. El nombre de instrumental, igualmente, haría referencia a la utilización del medio, que sería la conducta concreta, para conseguir el fin.

2. Racionalidad de creencias

Continuando con los tipos de racionalidad, encontraríamos ahora aquella que está basada en las creencias de la persona. En este caso, el foco no se situaría sobre las expectativas que la persona tiene de las demás personas o elementos, sino que estaría dentro de él mismo.

¿Qué tipo de condiciones pueden modular la racionalidad en este sentido? Cualquiera que provenga de forma intrínseca de la persona, como pueden ser sus propias creencias acerca de un asunto determinado, su propia ética y valores morales, las consideraciones de tipo religioso que pueden modificar su visión del mundo, etc.

3. Racionalidad afectiva

Pero esos no son los únicos tipos de racionalidad que describe Weber. El tercero de ellos es de la racionalidad afectiva. Aquí entra en juego la emocionalidad del sujeto, otra característica del ser humano. Por lo tanto, serán los sentimientos y emociones que esté experimentando en un momento dado, los que guiarán su pensamiento o su comportamiento.

En este caso, podemos observar que la propia idea de racionalidad se encuentra al filo de su definición, pues en ocasiones la propia emoción o los sentimientos experimentados por el sujeto, le podrían llevar a actuar de una forma prácticamente irracional, según un observador externo.

4. Racionalidad convencional

Finalmente, Weber completa su listado de tipos de racionalidad aludiendo a las convenciones sociales. Los propios elementos culturales de la sociedad a la que pertenezca el sujeto en cuestión, pueden estar tan integrados que también van a ser un factor decisivo a la hora de modificar nuestros pensamientos o conductas.

Multitud de las acciones que una persona realiza responderían fundamentalmente a la tradición. Es decir, hace lo que hace porque ha aprendido que es la forma de actuar, siempre se ha hecho así y aparentemente por ello es la manera correcta de obrar.

5. Combinaciones de las anteriores

Aunque ya anticipábamos que para Max Weber eran cuatro los tipos de racionalidad que podrían darse, también mencionábamos que estas cuatro modalidades hacen referencia a situaciones “puras” que, por lo general, no suelen darse. Y es que lo habitual es que sean varios los tipos que ejerzan su influencia al mismo tiempo.

Es difícil (aunque no imposible) abstraerse de factores tan humanos como son los propios sentimientos que se están experimentando, una emoción intensa que nos está nublando, las tradiciones tan arraigadas en nuestra cultura, sea cual sea esta, cuestiones religiosas que cohíban o modulen una parte de nuestros pensamientos y conductas.

En definitiva, es complicado dejar a un lado todas esas cuestiones, u otros factores intrínsecos de la persona que, de una u otra manera, estén presentes a la hora de tomar decisiones. Por lo tanto, aunque tratemos de utilizar el primero de los tipos de racionalidad, el instrumental o intencional, como ya hemos visto, es posible que cualquiera de los otros tipos (o incluso los tres) estén presente.

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