Los ataques de ansiedad se volvieron moneda corriente en estos tiempos y la meditación sigue siendo la mejor manera de prevenirlos. La cuarentena, el ritmo de vida acelerado que nos absorbe, la presión de no perder nuestro trabajo y de llegar con todas nuestras obligaciones nos exige a un ritmo desmesurado. Es necesario entender que la vida dura un segundo, el único que estamos presente. Lo que experimentamos son millones de vidas y debemos estar presentes en el aquí y ahora, en el presente.
Sabemos que la incertidumbre es una parte ineludible de la vida. No sabemos como continuará el día ni mucho menos el mes o el año. La existencia es una serie de sucesos que no controlamos y que de todas maneras nos afectan. Eso lo sabemos conscientemente, pero la esencia de la mente es fluir, es llenarse de pensamientos, de sucesos que no ocurrieron y de viajar en el tiempo. No debemos luchar contra la mente, ya que esa esencia nos permite crear, recordar, memorizar, imaginar, sobrevivir, entre otras cosas. La meditación puede ser un gran remedio ante ataques de ansiedad. En realidad, para todo.
Lo que debemos hacer es darle a cada pensamiento el mismo valor, siendo espectadores y testigos de lo que la mente se le ocurre. Imaginar que estamos frente a un río de pensamientos y que nosotros estamos en la orilla. Todos los pensamientos tienen la misma suerte y el mismo destino: fluir en ese río. La respiración es la única verdad, el segundo en el que inhalamos y el que exhalamos es lo único que existe realmente. Cuanto más atención le prestemos a esa acción, nuestra ansiedad irá disminuyendo.
Qué hacer ante la incertidumbre
El filósofo griego –que fue esclavo en Roma– Epicteto advertía que la incertidumbre era una característica de la vida, pero también planteaba una solución para evitar que ese factor perturbe el día a día. Para él, las personas deben identificar que hay dentro de su círculo de control y actuar sobre eso. Todo lo que está fuera del círculo no amerita desgaste mental o emocional porque podemos hacer poco para modificarlo.
¿Qué está dentro del círculo de control personal? Una sola cosa: la mente. Parece simple pero en realidad tener conciencia de esa situación permite que el entorno no quiebre nuestra voluntad y decisión. Tú controlas lo que está en tu mente y como te afectan los golpes externos, nadie más tiene ese poder. ¿Qué significa controlar la mente? Contrario a lo que muchos creen, no se debe tener la mente en blanco, sino controlar de que todos los pensamientos que fluyan queden en eso: simples pensamientos.
Meditación como arma del aquí y ahora
Lo más recomendable ante ataques de ansiedad es la meditación. Puede costar al principio alejarnos de la actividad cotidiana, de lo que nos absorbe, del día a día, de las obligaciones. Tomarnos 10 minutos al día puede ser una gran ayuda, ya que nos conectará con nosotros mismos, con nuestra propia respiración y con lo que sentimos. No debemos preocuparnos si al principio nos cuesta concentrarnos. Es normal que nuestra mente viaje, piense miles de cosas por segundo, pero siempre debemos concentrarnos en nuestra respiración.
Respetar a nuestra mente, a nuestro cuerpo, a nosotros mismos. Sentir nuestra respiración, ser conscientes de que solamente estamos presentes en un sólo segundo y que todos los pensamientos valen lo mismo. Aceptar estar mal, sentirnos mal. Aceptar que todo termina y que podemos volver a un estado de bienestar pronto, sin forzarlo. Con esas recomendaciones podremos conectar con nosotros mismos.
