¿Conoces los ocho sufrimientos de la humanidad?. PARTE II

En la entrada anterior, te hablé sobre las ocho clases de sufrimientos de la humanidad, según el Budismo. Hoy te traigo tres más de ellos.

Sufrimiento por la separación de los seres queridos

El quinto de los sufrimientos según el Budismo, es por la separación de los seres queridos. A veces, por cuestiones de estudio o de trabajo, te puedas ver en la necesidad de separarte de tus padres, hermanos, pareja, hijos y amigos. Esta separación, puede ser un tanto dolorosa, pero siempre tienes la esperanza que los volverás a ver.

El sufrimiento es mucho mayor, cuando llega la muerte y estás seguro que no volverás a ver más a aquella persona que tanto has querido. Es así, como manejar el dolor por ese tipo de separación lleva algún tiempo, en lo que se pudiera llamar el momento del luto. Este tiempo es necesario, ya que se debe aceptar la idea de no ver más al ser querido y a veces se lucha con la culpabilidad de lo que se hizo, se dijo o se dejó de hacer.

También existe mucho temor no sólo de que algún ser querido muera, sino que la muerte nos llegue a nosotros mismos. Existen muchas razones por la cuál puedes temerle a la muerte. Una de las razones del temor, pudiera ser que no quieres dejar abandonada a tu familia. En un mundo tan agitado y donde las familias suelen ser cada día más pequeñas, muchas madres solteras temen morir y dejar desprotegidos a sus hijos. Este pudiera ser un gran ejemplo del sufrimiento por separación de un ser querido.

Sufrimiento por tratar con personas odiosas

A lo largo de la vida puedes tener todo tipo de relaciones con muchas personas. Con algunas, puede ser que coincidas en la forma de ver la vida, exista empatía desde el principio y se conviertan en amistades que puedas ver como a una familia. En cambio, te encontrarás algunos «maestros» con quienes desarrollarás historias de vida un tanto tormentosas.

Si a raíz de este tipo de relaciones, dejaste que tu corazón albergara algún tipo de odio y de resentimiento, no querrás encontrarte de nuevo a aquel ser en tu camino. Puede ser que terminaste tu relación y ya no lo vuelvas a ver, pero esto no es así en todos los casos. Por ejemplo, en los casos de divorcio, el encuentro con tu expareja será frecuente si hay hijos de por medio, entonces puede ser que sufras por no querer intercambiar palabra con aquella persona.

Cuándo sea necesaria la relación con personas que no te son afines y por las cuáles no puedas aun tener buenos sentimientos, te sugiero empezar a aplicar la ley del perdón. Observa esa circunstancia como una oportunidad. Transmuta ese sentimiento en amor, para sanar y liberar cualquier tipo de memoria que esté repitiéndose en tu subconsciente y se manifieste personificado en aquel ser humano.

Sufrimiento por no alcanzar lo que se busca

Pudieras pensar que este es el sufrimiento más frecuente en todos los seres humanos, y ¿ Porqué?. la sencilla razón es que sentimos deseos. Toda nuestra vida desde muy pequeños hemos estado tentados a desear, es como que nuestro ambiente, siempre estuvo entrenándonos para desear. Una de las preguntas más frecuentes que se le hacen a los niños es: ¿ Qué deseas ser, cuando seas mayor?. En su inocencia los más pequeños responden: NO SE.

Detrás de la sencilla respuesta de los niños en quedarse como fríos, con la pregunta de rigor, existe una gran sabiduría. Hace poco vi en las redes sociales una frase que decía; Le han preguntado a un niño que quiere ser de grande y el niño respondió; «Feliz» a lo que el adulto le contestó; Creo que no entendiste la pregunta y el niño le responde; Y yo creo que usted no entiende la vida.

Puedes sufrir por lo que te falta, por lo que deseaste se cumpliera y no ha llegado. En el instante que comienzas a fluir y presentas todos tus proyectos a la divinidad, manifestando tu intención, haciendo tu parte pero a la vez confiando y haciéndote a un lado, allí verás los milagros. Lo que se manifieste, será lo correcto y perfecto y aprenderás a agradecer lo que tienes. A veces es fácil, olvidar el significado cuando decimos; Hágase tu voluntad y no la mía.

Si no paras la rueda del deseo, esta girará y girará en tu cabeza sin fin y sin límites. Querrás siempre algo más y pensarás que podrás ser feliz cuando tengas un mejor carro, una mejor casa, un mejor empleo, otro hijo, perfecta belleza, entre otras muchas cosas. Un buen comienzo es empezar a mirar dentro y darte cuenta que todo aquello que necesitas se encuentra allí. Si buscas » El Reino de Dios», todo lo demás vendrá por añadidura.

En la próxima entrada compartiremos el último sufrimiento del ser humano, no te lo pierdas.

Agradezco tus comentarios, un abrazo de luz.

Scroll al inicio