¿Conoces los ocho sufrimientos de la humanidad?

Las causas del sufrimiento varían de una persona a otra. Algunos sufren por ejemplo, por no poder tener hijos, otros porque los tienen y no tienen buenas relaciones con ellos y algunos porque con muy buenas relaciones los perdieron, en fin no hay un patrón de sufrimiento. Lo que si se puede decir, como nos indican las enseñanzas de BUDA es que el sufrimiento se origina en el deseo, en las expectativas. Hoy quiero preguntarte: ¿ Conoces los ocho sufrimientos de la humanidad?.

Luego del 2020 y a inicios de este año 2021 y gracias a la tecnología, nos llegan noticias de la muerte de seres queridos y de algunos conocidos. En algunos lugares la muerte es sinónimo de luto y sufrimiento, mientras que en países como Ghana en la costa oeste Africana, son sinónimo de extravagantes celebraciones. Por lo que puedes ver en este ejemplo, lo que para algunos significa sufrimiento para otros es digno de celebrar. Según el budismo el sufrimiento de la humanidad tiene ocho orígenes. Si hasta el momento, no los conoces, a través de esta entrada, podrás observar que en ellos, se sintetizan todos los sufrimientos de la humanidad, a pesar de las diferencias, culturales o religiosas.

El nacimiento. El primero de los ocho sufrimientos

Como el primero de la clase de sufrimiento de la humanidad, se encuentra según las enseñanzas budistas » El nacimiento». Puedes pensar que el nacimiento es catalogado como sinónimo de sufrimiento por el hecho de que la madre sufre en el proceso de dar a luz. La frase umi no kurushimi, significa «sufrimiento de dar a luz».

El tipo de sufrimiento a que se refieren, no es el de la madre, sino el de la criatura. Al haber nacido el nuevo ser, debe enfrentarse a todos los «sufrimientos» o experiencias en este plano físico que a veces significaran no sólo un sufrimiento a nivel del cuerpo, sino a nivel emocional y espiritual. Puede ser que te encuentres en el camino personas que digan ante una situación de dolor que preferirían no haber nacido. En ese momento se está revelando contra su nacimiento y el hecho de vivir una experiencia humana. Se pudiera considerar que este clase de sufrimiento es el primero, porque sin el nacimiento cualquiera de los otros siete no existiría.

La vejez. El segundo de los ocho sufrimientos

Desde el momento del nacimiento, comienza el proceso de envejecimiento. Unos más que otros sufren por esta razón. Algunos asocian la vejez como sinónimo de cansancio y de dependencia de los demás, mientras otros creen realmente en los años dorados. En mi caso, comencé a independizarme y a tener hijos y familia tan joven, que al vivir tan deprisa, la universidad, los hijos y el trabajo, pensar en la vejez me causa serenidad.

Lo cierto es que aunque seamos jóvenes aún, nuestro cuerpo y nuestra mente con el pasar de los años va envejeciendo. Para algunos verse las primeras canas o las arrugas en los ojos, es sinónimo de que la vida en este plano no es infinita y que cada día nos acerca más a la vejez y a la muerte. Lo cierto es que si entendemos la vida y la muerte como un ciclo natural, cambio de traje y de experiencia, podremos disfrutar y no sufrir por la edad que estemos transitando en la tierra.

La enfermedad. Tercer sufrimiento

A pesar de los avances científicos y tecnológicos, existe mucho sufrimiento a causa de diversas enfermedades. A este sufrimiento se une, el surgimiento de nuevas enfermedades y pandemias, que no sólo afectan la salud física sino emocional y mental. Otros a pesar del dolor , consiguen en la enfermedad un camino al autoconocimiento.

Cada vez más personas se hacen mucho más responsables en conocer el origen de su padecimiento. Además de asistir y seguir el tratamiento de sus especialistas, buscan en su interior que mensaje puede traer inmerso dicha enfermedad en sus vidas. Algunos reconocen los sentimientos de rencor internos, los miedos o quizá lleguen a saber que es un momento para trabajar en ciertos aspectos y reconocer la divinidad que está dentro de cada uno de nosotros.

Puedes encontrar mucha literatura donde se analizan las fases del sufrimiento de la enfermedad, donde a pesar de que la persona pueda tener seres queridos alrededor, le toca enfrentarse sólo a dicha enfermedad. La enfermedad llega a despojar al individuo de todo lo que cree ser. Lo aparta del trabajo, de su casa y hasta de sus vestiduras, ya que al entrar en un centro de salud, te dotan de un uniforme y lo más penoso es que pueden llegar hasta despojarte de tu nombre, al decir; se trata de un paciente, femenino de tanta edad, con diagnóstico xxxxx.

La enfermedad a pesar de causar sufrimiento, puede significar una de las experiencias más motivadoras no sólo para el que la vive, sino para todo aquel involucrado en la experiencia. Como todo en la vida, dependerá del cristal con que se mire, de lo que se necesite aprender, de la capacidad para transformar lo que se siente sobre una situación, de nuestra capacidad de amar y no establecer juicios.

La muerte. El cuarto de los ocho sufrimientos

Para los defensores de la eutanasia, esta afirmación carece de sentido. Si te pones a pensar que el 100% de los seres humanos moriremos, la muerte tendría que ser algo tan natural como el nacimiento. San Francisco de Asís, la llamaba la hermana muerte. Cuentan que cuando estaba muy deteriorada de salud, le preguntó a su doctor cómo lo veía de salud, a lo que el Doctor le contestó que con el favor de Dios estaría bien. San Francisco no sintió sinceras las palabras del Doctor y le volvió a preguntar a lo que el médico no se pudo negar y le dijo que le quedaba a lo sumo un mes de vida.

San Francisco de Asis contestó a este anuncio de la siguiente manera:

«Hermano, dime la verdad; yo no soy un cobarde que teme a la muerte. El Señor, por su gracia y misericordia, me ha unido tan estrechamente a Él, que me siento tan feliz para vivir como para morir».

(LP 100a-c).

“Bienvenida sea mi hermana la muerte”» 

(LP 100d)

El sufrimiento por causa de la muerte, está relacionada con los apegos. El apego a lo que piensas que eres, a los amigos, familia y hasta tu propio cuerpo.

En la próxima entrada, analizaremos las otras cuatro clases de sufrimiento. La idea es que puedas tomar consciencia de ellas y puedas buscar dentro de ti la forma de fluir y soltar y verlas como una oportunidad de crecimiento.

Un abrazo de luz.

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