Gestionar las emociones. Silencia tu ruido mental

Gestiona tus emociones. Descubre cómo hacerlo y silencia tu mente

Si alguna vez has discutido sin saber cómo ha empezado la discusión, descubre cómo gestionar tus emociones. ¿No has sabido gestionar tus emociones y has perdido los papeles en una conversación? ¿Has acabado discutiendo con unos amigos durante una cena sin saber cómo? ¿A veces alguien explica algo y sientes como empieza una emoción y no sabes cómo gestionarla? ¿Te gustaría controlarte y descubrir c´ómo gestionar las emociones antes de perder la educación?

¿Te animas a leer la historia de hoy?

Un reencuentro muy deseado, hace días que no ve a su grupo de amigas y va a tomar algo con ellas.

Están charlando tranquilamente cuando, de repente una de las chicas empieza a hablar sobre su prima. Ella no la conoce mucho, pero han salido juntas un par de veces con el mismo grupo de amigos.

La amiga empieza a criticarla y añade un par de detalles que ella sabe que no son ciertos, el resto de las amigas siguen hablando y empiezan a decir más cosas no le agradan.

Se queda callada, no está a gusto, siente un cosquilleo por todo el cuerpo y una presión en el estómago que intenta controlar mientras sigue escuchando las palabras de las demás. No quiere hablar, sabe que no lo hará de forma correcta.

De repente alguien le pregunta sobre el tema, es la excusa perfecta para soltar lo que piensa, y sin controlarse las palabras salen de su boca en un tono, no muy agradable, diciendo cosas que no quería decir.

Ya no puede controlarse, nota que se enciende cada vez más y más. No se da cuenta, habla mal, ya ni siquiera es consciente de ello. Lo que inicialmente era enfado ha pasado a ira, y la ira se ha convertido furia. No ha sabido gestionar sus emociones.

El grupo de amigas acaba enfadándose y ella acaba sintiéndose mal y, lo peor, sin entender muy bien como ha empezado todo.

¿Qué ha pasado?

Durante esta historia han entrado en juego distintas cosas: el control de las emociones, el sesgo cognitivo y el efecto espejo, entre otras. Vamos a descubrir cómo gestionar las emociones

La parte emocional. Cómo gestionar las emociones

Nuestra protagonista no ha sabido gestionar la primera emoción que ha sentido y ha permitido que esta fuera aumentado su grado de intensidad. Al aumentar la emoción ha disminuido la racionalidad. El cerebro funciona así, a más emoción menos razonamiento.

Nuestro cerebro, además, funciona con sesgos. El sesgo de confirmación le ha ayudado a aumentar la emoción.

Recuerda que el sesgo de confirmación es el filtro que usa el cerebro para buscar, interpretar y filtrar la información que recibe con el propósito de confirmar sus creencias.

Nuestra protagonista estaba escuchando la conversación, pero su cerebro la estaba filtrando, sin ella ser consciente, para quedarse con los detalles que confirmaban las críticas y mentiras. De esta manera su cerebro estaba modificando el total de la conversación, escuchando lo que oía para transformarlo en detalles que confirmaban sus pensamientos, antes de almacenarlos en la memoria. Esto iba acrecentando la intensidad de la emoción e impedía gestionar las emociones.

¿Qué podía haber hecho en ese momento?

Para poder gestionar las emociones, es importante darse cuenta de que se siente una emoción y ponerle nombre. Preguntarse qué se siente en realidad. No es lo mismo indignación, que enfado o tristeza. Saber que se siente ayuda a disminuir la intensidad de la emoción y poder gestionarla. El cuerpo, además, también manda mensajes. Detectar la emoción es un gran paso.

Para gestionar la emoción pueden usarse distintas técnicas, por ejemplo:

  • Distraer la atención: las emociones son momentáneas, cuando las interpretamos se convierten en sentimientos y estos son lo que perduran en el tiempo. Distraernos, poner la atención en otro sitio, respirar, o por ejemplo contar, sumar o multiplicar números ayuda a dejar de centrarse en la emoción y hacer que se desvanezca sin que entre en juego el sentimiento
  • Saber cómo me siento: es importante, ponerle nombre a la emoción e intentar encontrar cuál ha sido el detonante que la ha puesto en marcha. Saber esto puede ayudarme a darle menos importancia a la emoción y aprender a gestionarla.
  • Saber que el sesgo cognitivo entra en juego para dejar fuera de juego a mi razón y ayudar a la emoción. Mi cerebro siempre quiere tener razón, es cuestión de supervivencia. Es importante controlar a mi cerebro límbico poniendo a trabajar mi cerebro racional.
  • Anticiparse a la situación: Si sé que no me puedo controlar cambiar el entorno. Ir al lavabo, salir del local un momento, etc.

El enojo es un estado en que la lengua funciona más rápido que la mente

¿Qué puede hacer después?

Si has pensado que pedir perdón, es una buena idea. Pedir perdón por haber perdido los papeles, y perdonarse a ella misma, porque el cerebro racional no funcionaba. Ahora debe entender que le pasa para que no le suceda más.

Si nuestra protagonista llega a entender que le ha pasado, por qué se ha generado la primera emoción, podrá, no tal solo empezar a gestionar sus emociones, sino también dejar de sentirlas. Detectar la emoción ha sido solamente el primer paso

Las emociones se generan siempre que el organismo detecta una amenaza. ¿Qué le ha sucedido para que se desencadenase la primera emoción?

El efecto espejo y como gestionar tus emociones

Una de las técnicas que se pueden usar para encontrar los detonantes que hacen que se desencadene una emoción, es el efecto espejo.

Este ejercicio se basa en que todo lo que no nos gusta del exterior nos refleja algo que nosotros tenemos dentro, por oposición o por similitud

SI ODIAS A UNA PERSONA, ODIAS ALGO DE ELLA QUE FORMA PARTE DE TI. LO QUE NO FORMA PARTE DE NOSOTROS NO NOS MOLESTA

Herman Hess

¿Cómo funciona el efecto espejo?

Para poner en práctica el efecto espejo debemos detectar una situación concreta que nos despierte una emoción. Debemos definir la emoción que sentimos, cuál es el verdadero sentimiento y el juicio que emitimos de la situación.

Cuando ya hemos encontrado el juicio debemos encontrar los dos polos no sanos de la interpretación que hacemos y ver en el que te encuentras tú.

Mejor con un ejemplo, ¿verdad?

Nuestra protagonista empieza a sentirse mal cuando las amigas dicen cosas que ella piensa que no son ciertas. En su caso es la mentira la que despierta la emoción.

Recuerda que es un caso ficticio. Una respuesta posible sería:

  • No soporto las mentiras, no conozco casi a esta persona, no es por ella, es porque están mintiendo y eso me da mucha rabia. Son unas mentirosas.

Este sería el juicio, vamos a polarizar: o nuestra protagonista dice mentiras o nuestra protagonista es demasiado sincera. ¡Pero recuerda! ¡Tiene que ser el polo no sano! Es decir, algo que nos remueva nuestro interior.

¿Qué le pasa a nuestra chica? Que es demasiado sincera y cuenta lo que tiene que contar y lo que no. Cuenta aquellas coses que no debería contar y que cuando lo hace le genera malestar interior, no se gusta y se critica. Culpándose por actuar así.

Este lado oscuro podría deberse a otras cosas. Quizás nuestra protagonista dice muchas mentiras, y no se gusta. O quizás no dice muchas mentiras, pero miente a alguien en concreto de su entorno y se ve reflejada, y no se gusta. Y así podríamos buscar diferentes situaciones.

Así pues, cuando alguien dice una mentira nuestra protagonista se ve reflejada en el espejo, justo en su lado oscuro, que en este caso es el opuesto.

Las próximas semanas explicaré más ejemplos, para seguir trabajándolo.

¿Y ahora qué?

A partir de este descubrimiento cuando alguien diga una mentira, nuestra chica puede pensar una frase que le ayude a controlar la emoción. Por ejemplo: “Gracias chicas por ayudarme a recordar que tengo que guárdame cosas para mí y no contarlo todo”.

Al mismo tiempo que no desatará la emoción, porque sabe que le pasa, podrá trabajar aquellas cosas que no le gustan de ella, para ir mejorando.

¿Y es así de fácil gestionar las emociones?

Cuando empiezas a buscar dentro de ti, a conocerte, nuestro cerebro nos invita amablemente a que no nos reconozcamos, ya que eso duele. Una vez traspasada esta barrera, verás que el ejercicio es muy fácil y muy útil. Siempre acabas en 4-5 cosas iguales que son las que tienes que trabajar.

Te animo a que lo practiques, te puede ayudar mucho a sacar la emoción a muestra situaciones y empezar a vivir la vida con más calma, más paz y menos sufrimiento.

Recuerda que cuando tú ves las cosas de una manera, y alguien no las interpreta como tú, es porque en esa situación hay algo que es tuyo. Si lo encuentras, podrás vivir con menos sufrimiento.

¿Siempre es negativo lo que encuentro?

En primer lugar, nunca nada es negativo, porque nos ha ayudado a crecer y sobrevivir en algún momento.

Cuando trabajas el autoconocimiento, para mejorar, debemos encontrar aquellas cosas en las que fallamos, por eso debes hacer este ejercicio buscando que hay en ti que te hace sufrir, y es muy posibles que sea algo que no te gusta de ti.

Pero ¿Sabes qué? Si ves alguna cualidad buena, que te gusta, en alguna persona, es porque tú también la tienes, si no la tuvieses no la podrías reconocer. Este ejercicio puede ayudarte a aumentar tu autoestima. ¡Practícalo también!

Recuerda que lo que describo aquí es mi opinión y que lo que explico son simples ejemplos para que podáis reflexionar sobre ello. Si quieres puedes compartir conmigo tu opinión. Me gustaría conocerla. Anímate a escribirme. Si necesitas que te acompañe en tu camino a la tranquilidad y la disminución del sufrimiento, ponte en contacto conmigo o sígueme en silenciaturuidomental.com.

1 comentario en “Gestiona tus emociones. Descubre cómo hacerlo y silencia tu mente”

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