Odiamos ser los que estallen tu burbuja de champán, pero beber alcohol podría arruinar tus posibilidades de una buena noche de sueño. Aunque es tentador tomar otro vaso de algo para relajarse y darse un capricho, la idea de que el alcohol lo ayudará a conciliar el sueño y permanecer dormido es un gran mito. En realidad, tomar un cóctel o una copa de vino justo antes de acostarse puede causar estragos en sus ciclos de sueño, incluso si le da sueño al principio. He aquí por qué beber antes de acostarse para promover un mejor sueño es en realidad completamente contraproducente.
El alcohol te despierta por la noche.
Si bien una copa o dos por la noche pueden hacer que se sienta somnoliento y provocar un sueño más rápido, irse a la cama con un zumbido puede provocar una peor noche de sueño en general. En un estudio exhaustivo , los científicos revisaron 20 estudios diferentes y concluyeron que, si bien el sueño puede llegar más fácilmente después de consumir alcohol, eventualmente se despertará más fácilmente y con más frecuencia durante la noche o en las primeras horas de la mañana.
Según la National Sleep Foundation , «el alcohol puede afectar la producción normal de sustancias químicas en el cuerpo que desencadenan la somnolencia cuando ha estado despierto durante mucho tiempo y desaparecen una vez que ha dormido lo suficiente. Después de beber, la producción de adenosina ( una sustancia química que induce el sueño en el cerebro) aumenta, lo que permite un inicio rápido del sueño. Pero desaparece tan rápido como llegó, lo que hace que sea más probable que se despierte antes de que esté realmente descansado «.
Puede interrumpir tu sueño REM.
El sueño REM, la etapa más profunda del sueño, es esencial para un buen descanso nocturno. Tiene una larga lista de beneficios , que incluyen el estado de alerta durante el día, un mejor aprendizaje y una mejor memoria a largo plazo, además de permitirnos procesar nuestras emociones, dice Philip Gehrman, PhD, CBSM, profesor asistente en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania. El problema con el alcohol es que tiene un impacto significativo en el sueño REM , lo que puede dañar la memoria a largo plazo y hacernos más irritables. «Básicamente, el alcohol es un supresor de REM», dice Gehrman. «Cuanto más bebemos, menos REM obtenemos». La moderación es la clave para equilibrar una noche divertida y una siesta reparadora.
Demasiadas bebidas pueden provocar acidez de estómago.
Se sabe que el alcohol relaja el esfínter esofágico inferior, el músculo entre el estómago y el esófago que se supone que está cerrado, excepto cuando está tragando alimentos. Sin embargo, cuando agrega demasiadas bebidas a la mezcla, el músculo puede relajarse y permanecer abierto durante demasiado tiempo, lo que hace que el ácido del estómago vuelva a subir, lo que resulta en una sensación de ardor. Desafortunadamente, la cafeína puede tener un efecto similar, por lo que si eliminar el alcohol no disminuye la acidez de estómago, es posible que también desee reducirla.
Te envía al baño.
Si bien «romper el sello» puede ser un mito total, el efecto del alcohol en la vejiga es real. El hecho es que consumir alcohol, un diurético, puede hacerte ir más. Nuestros cuerpos generalmente producen menos orina durante la noche que durante el día, lo que nos permite dormir entre seis y ocho horas sin interrupción. Sin embargo, beber alcohol antes de acostarnos puede hacer que nos despertemos en medio de la noche con ganas de ir, interrumpiendo nuestro ciclo de sueño.
